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Heterodoxo

La procrastinación, el peor castigo

La procrastinación, el peor castigo

¿Qué palabra más rara no? Procrastinar. En cambio su significado seguro que nos suena, es más, seguro que al leerlo sientes esa sensación de desasosiego que trae consigo:

Procrastinar no es otroa cosa que dejar las cosas que puedes hacer hoy para mañana, y así consecutivamente hasta que el trabajo te abruma. Este es un acto muy arraigado a la naturaleza humana, sobre todo cuando vivimos en unas buenas condiciones de vida, y, por esperiencia propia puedo decir que te jode la vida.

Tienes algo para hacer hoy, pero no te apetece, empiezas a hacerlo y la más mínima chorrada te parece más interesante, más entretenida, y cuando vuelves a lo que tienes que hacer, una sensación de asco y pesada pereza vuelve a ti, así que inconscientemente vuelves a centrarte en al chorrada, y cuando vuelves a ser consciente, en un acto egoísta por no sentir remordimientos te engañas a ti mismo, tedices que ya lo harás mañana, y lo dejas así. Y al día siguiente la misma historia, aumentando a cada día la agonía cual yonki que necesita su chute. Es horroroso, te sientes mucho peor que haciendo el esfuerzo mínimo de cada día para sacar ya sean tus estudios o tu trabajo adelante, y luego si quieres solucionarlo te pegas una sobredosis de trabajo que te deja cansado, agobiado y estresado. Yo lo he sufrido durante casi toda mi vida, y siempre me lo han contado, aún no conociendo esta palabra todoe l mundo me ha dicho que no deje las cosas para mañana, que si lo llevo al día es mucho más fácil, pero me he dado cuenta de que hasta que no quieres darte cuenta no te la das, y es que si hay algo irrefutable es que no hay más ciego que el que no quiere ver.

Todo sucedió allá por principios de spetiembre. Como la mayoría de la gente, apuré las dos últimas semanas para poner a putno todo lo que no había hecho durante el curso (sí es cierto que a lo largo del vernao trabajé algo, pero esto era lo mínimamente mínimo para autoengañarme). El caso es que me quedaron ucatro asignaturas: Dibujo Técnico, Volumen, Diseño y Educación Física (también hay exámenes escritos). Y diseño me lo preparé bastanmte bien, pero estando de la copistería para casa todo el día, apurado y trabajando sin parar. Para Educación Física había estudiado, pero al llegar a los exámenes me di cuenta de que no lo suficiente, admeás de que las pruebas físicas me dejron destrozado. Y las otras dos las dejé, podría poner razones, pero poco importa ahora. El caso es que diseño la recuperé, pero las otras tres sabía que las tenía suspensa, y con tres suspensas repito. Estaba cansado, agotado por estas dos semanas de estúpido y apurado esfuerzo, las pruebas fisicas aumentaron esta sensación. Volvía caminando del insittuto para casa, y como el camino dura unos veitne minutos me dio tiempo para pensar. Estaba desolado, decepcionado conmigo mismo, iba a repetir, yo nunca repetí, y ahora al final casi, voy a repetir. Creo que llovía, pero no me importaba, iba a paso lento, sin pensar en nada, simplemente reprimiendo la decepción y dándole vueltas a la situación, anaizándola minuciosamente para encontrar alguna salida.

Cre que fue a los dos días cuando, lleno de unas horibles agujetas que me duraron casi una semana, volví al instituto para conocer las notas. Fui a secretaría, ya más tranquilo y resignado. Ahí me dijeron que todavía no estaban las notas, que estaban teniendo la evaluación todos los profesores. Decidí que volvería otro día. Me dirigí al baño antes de volver. Al salir de éste, casualidades de la vida, me encontré con mi profesor de Educación Física. Vi que me miraba así que le saludé. Me sonrió, con una sonrisa que en principio advertí maliciosa, lo cual mr alertó. -Me vas a tener que invitar a una cena -dijo. Intercambiamos unas cuantas palabras más y luego me dirigí para casa. Entonces empecé a darme cuenta de lo que significaba. Ya lo había entendido al instante, pero tardé en percatarme de la suerte y bondad que, una vez más me habían salvado. No le dije gracias, me parece algo sucio en dichas circunstancias, pero se lo agradecí sutilmente.

Otra vez me han salvado el culo. Me acordé de mi tutora de 3º. Por auqella me iba a dar una que ya jodió a mi hermana y que tenía fama de  mala profesora además de intransogente. peor em tocó esta, y 3º es un mal curso, en el que intentan meterte toda la teoría general antes de que te especialices ya en algo. Y si no llega a  ser porque habló con al rpfesora de tecnología no llego a estar donde estoy. Pero no lo supe apreciar como es debido. Ahora sí. He decidido que no me voy a volver a engañar a mí mismo, ya es bastante que me intenten engañar los demás. No voya  caer en ese jhuego, en esa maldición. Me sacaré un futuro, porque me lo merezco, y cuando lo consiga me reiré de quienes intentan que seamos unos tontos, pobres y sumisos consumidores.

La Revolución empieza por casa. Lenin.

¡Salud!

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