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Heterodoxo

Soy un porrero, no un delincuente

Soy un porrero, no un delincuente

Ya hablé sobre el tema del cannabis, pero quiero indagar más en el asunto, esta vez a nivel más personal.

Antes de nada, quiero exponer qué es la marihuana:

La marihuana es como bien sabemos una planta de cáñamo cuyos cogollos segregan unas sustancias llamadas cannabinoides siendo la más importante el THC, el cual produce los siguientes efectos, los cuales puedo decir por propia experiencia:

-Relajación mental y muscular.

-Una especie de mareo que resulta agradable aunque puede volverse desagradable si se consume demasiado (lo que se conoce como un amarillo).

-Risa fácil.

-Mayor expresión de los sentimientos.

-Aumento del apetito.

-Ralentización de los procesos mentales.

-Mayor apreciación y entusiasmo por la música y otros entretenimientos.

Estos son los más importantes. Puede que haya gente a la que no le guste esta sustancia, sobre todo gente que cuando la probó le dio chungazo o gente que se enganchó demasiado. El cannabis tiene la ventaja de que no crea dependencia ni física ni psicológica, y el hecho de que haya gente que fuma demasiado se debe a que no saben o no quieren controlar su consumo, ya sea por vicio o por otras situaciones (cuando pasas malas rachas las drogas suelen ser un ’’apoyo’’).

Yo personalmente llevo un tiempo consumiendo, y no he visto nada contraproducente en ello. Ya sé que no son necesarios, me lo puedo pasar bien sin ellos, pero hacen que todo resulte más agradable, todo te hace más gracia, aprecias mejor la música, saboreas la comida como si no la hubieras catado en tres días, y el tiempo pasa plácidamente. Claro, algunos dirán que te deja tonto, que te empeora la vida, que te lleva a drogas más duras como la coca o las pastillas, etc... y a esto, en mi persona puedo decir que es falso.

Fielmente me apliqué lo que ya dije en el artículo de la procrastinación, por lo que mis notas han mejorado considerablemente (todo notables hasta la fecha en la 2ª evaluación), con esto no quiero decir que el fumar porros no te deje tonto, sí que te deja, pero eso es pasándose, igual que si te pasas con la comida tendrás una indigestión, o un coma etílico si lo haces con el alcohol, pero hay que saber encontrar la justa medida, algo que depende de la responsabilidad de cada persona. No porque me haya sentado mal el empacho de chorizo voy a dejar de probar tan delicioso manjar de nuestro amigo el cerdo, y así con todo, excluyendo como ya dije en el otro artículo las drogas que sí crean una fuerte dependencia y estragos en el cuerpo (cocaína, heroína, MDMA...).

En cuanto al tema de que te lleva a otras drogas, quiero responder con una metáfora: Mucha gente se mata en coche todos los días, es un grave problema, pero ¿hay que ilegalizar el uso de automóviles por que haya gente que no los usa adecuadamente ((excluyendo los accidentes por adversidades del terreno))? No. Eso sería imposible, pues paralizaría a gran parte de la población, y son un elemento imprescindible para la comunicación. No porque un porcentaje de los viajeros se mate se va a privar a todos de viajar, lo más adecuado es lo que está haciendo el gobierno, poner medidas para que ese porcentaje de muertos se reduzca. Pues lo mismo pasa con el cannabis. Yo sé de gente que fuma porros y se mete drogas más fuertes, pero también conozco gente (más además) que fuma porros desde hace ya tiempo y no está metida en las drogas duras, por lo que esta es una acusación falaz que no se puede aplicar a todos los porreros.

Pues bien, a lo que quiero llegar es a que el cannabis es una droga recreativa con la que se puede compaginar la vida y hacerla más amena. Sí es cierto que hay muchos currantes que no pueden permitirse colocarse porque han de mantener a su familia, pero esto es algo totalmente subjetivo, los porros los debe tomar quien quiera, y esa persona debe ser responsable de sus actos, y si del consumo es adecuado o no para ella. A mí, en estos momentos de estudiante, sí me lo es, y lo que quiero denunciar y es lo que me ha llevado a volver a hablar del tema es la constante represión a la que me veo sometido por el mero hecho de consumir una sustancia que ni hace daño a nadie ni me lo hace a mí.

¿Acaso es justo que por llevar una china que he pagado por mi cuenta en el bolsillo o fumármela en un lugar público me metan una multa de 300€? Has cometido un delito, te dice el amable policía, ¿pero quién es el delincuente, yo por llevar algo que es para mí y que no perjudica a nadie o el Estado por robarme 300€?

Y no sólo con la policía, la misma sociedad te excluye y se crea prejuicios de ti por el mero hecho de fumar porros. Los jóvenes son muy comprensibles sí, pero el fumar porros sigue siendo un tabú, y eso no lo puede negar nadie. En casa, en la escuela, en la calle, en todos los sitios te tachan de drogata, o hacen chistes de ti, y cuando vas por la calle tienes que andar siempre con miedo, miedo de quienes te deberían proteger, por el mero hecho de hacer algo que yo no veo como un delito, porque afirmo que no lo es. Una persona que acusan legalmente de consumir cannabis es un preso político, está siendo reprimido por una ley estúpida producto de los intereses capitalistas de hace ya un tiempo.

Todo empezó en los años veinte en el país de las oportunidades, cuando en plena ley seca y con unas tasas de paro y criminalidad preocupantes, muchos americanos empezaron a consumir marihuana para sobrellevar la precaria vida. En esta época la criminalidad era mayormente de americanos, pero los puretas apegados desde y para siemrpe al poder estadounidense se encargaron de hacer una campaña de odio al inmigrante como causante de las penurias del país, cuando eran producto de la nefasta economía que sufría el mundo entero. Aquí empezó la demonización de la marihuana, la expusieron como una droga dura que aumenta la delincuencia y crea desestabilidad social, todo ello para acusar de la delincuencia a los mexicanos mayormente. Se hicieron campañas por todo el país hasta que en 1937 se firmó la marihuana tax act., una ley que ilegalizaba el consumo y cultivo de cannabis en los Estados Unidos.

En la mayor parte del mundo también fue ilegalizada en la Convención Internacional del Opio celebrada en Ginebra en 1925.

Pero la cosa no acaba ahí, el hecho de que la responsabilidad de que la clase trabajadora blanca viva penosamente caiga no sobre la clase burguesa sino contra la clase trabajadora inmigrante no fue lo único.

El cáñamo como planta sirve para hacer papel y textiles de forma barata, por lo que la industria papelera de EE.UU. se basaba sobre todo en esta planta, pero se encontró un método aún más barato, que es tratando químicamente la pulpa de madera, por lo que sólo hacía falta talar árboles, producir resíduos químicos y dañar la atmósfera, todo sea por los intereses capitalistas; debido a esto se fomentó la demonización de esta planta, ya acusada de antes por asociaciones de padres de familia de orientación cristiana y ultraderechista, que decían que el cannabis llevaba al pillaje, el homicidio y la violación.

Mientras tanto, otra planta que siempre produjo cuantiosos beneficios se hizo con el consumo mundial, siendo mucho más perjudicial y adictiva: el tabaco.

Quiero hacer pensar con esto tanto a quien fume porros como a quien no. La marihuana es una droga, pero el concepto de droga debe ser entendido. Todo el mundo bebe, todo el mundo toma medicamentos, y todo el mundo debería fumar.

¡Salud y buenos humos!

1 comentario

Benjamin -

un saludo a los pensantes!
es una tristeza ver en qué se a convertido la realidad, ya hay muy pocas personas que piensan independientemente de los conceptos culturales, y para todos aquellos que tienen un pensamiento crítico y que han visto más allá de la torcida realidad que nos intentan implementar les dejo este enlace de la opinion de chomsky sobre la marihuana.

http://www.youtube.com/watch?v=WSezSZ446zk

y a todos aquellos borregos que han leido esto les digo: no asuman nada! hay que elegir conscientemente nuestra posición en el mundo y eso sólo se logra construyendo tu propia realidad, así que es hora de cuestionar hasta lo fundamental!