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Heterodoxo

¿Por qué un blog?

Tras una buena temporada sin Internet y ahora que estoy de vacaciones, ya he vuelto. Bastantes cosas dignas de dejar plasmadas aquí han sucedido en ese intervalo de tiempo, pero, antes de todo, antes de empezar a escribir y escribir, a opinar y recomendar, me viene a la mente una pregunta, siempre por encima de todas las demás: ¿Por qué un blog?

Esta pregunta me la he hecho bastantes veces, y siempre con motivo de la falta de éxito, es decir, la pregunta se reduce a otra cuestión mucho más práctica: ¿Para qué hacer un blog que casi nadie lee?

Muy sencillo, el blog lo hago para mí. Es como el diario de Lisa Simpson en el que despotrica de lo estúpìdos que son sus semejantes, o como las memorias de los pocos que las hacen no por el dinero sino por relatar lo que aconteció en esos dos días de vida que nos regala la naturaleza.

Desde que empecé con esto hace como año y medio siempre me veía con cuarenta años y toda una vida hecha (o eso espero para entonces) delante de un ordenador leyendo mi vida, recordando con cada artículo las anécdotas de mi adolescencia. Creo que si llego hasta entonces y lo hago, sentiré una sensación de felicidad recordada, de nostalgia, que merecerá la pena tras tantos años de memorándum.

Claro que también me gusta que la gente lea y opine sobre lo que escribo, o que aporte su parte, pero el objetivo que me he marcado me incita a seguir con ello.

Dicho esto, voy a poner esto al día:

Ya he acabado el bachillerato, fui a la fiesta de graduación como tantos otros y he acabado recientemente la PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) o como la llama mi amigo Pedro, la púa, algo con lo que estoy muy de acuerdo, y ya hablaré sobre ello. Ahora estoy aquí, en el segundo día de verano de 2009, tecleando en pijama al ritmo de Dios Marley. Lo próximo que haré será ver las notas de la PAU, encontrar trabajo para el verano (algo que está bastante jodido ya que a mi generación le ha tocado la crisis económica de cuatro cerdos capitalistas) e intentar sacarle el jugo al que presumo será el último verano como residente en Asturiar. Cuando acabe el verano empezaré Bellas Artes en Barcelona, sueño que tengo desde crío, y ahí, si el tiempo lo permite, intentaré pasarme por este rincón cibernético a seguir contando mi vida.

Mañana es San Juan, el día más largo del año, y sin más dilaciones me despido esperando a fogata.

¡Salud!

 

 

¡Hoy es el septuagésimooctavo aniversario de la proclamación de la Segunda República!

¡Hoy es el septuagésimooctavo aniversario de la proclamación de la Segunda República!

Muchos hechos han acontecido en los últimos días, sobre todo a causa de las vacaciones de Semana Santa en las que mi madre y yo aprovechamos para ir a Londres, pero el mismo día de mi cumple me cortaron el Internet a eso de por la mañana, por lo que me ha sido difícil relatar los hechos, por lo que, como estoy haciendo ahora, tengo que ir a los servicios públicos de Internet para de paso adelantar (o más bien poner al día lo atrasado) en cuanto a trabajos se refiere.

Aparte de eso, hoy es un gran día para España y sobre todo para los españoles, el día de la República que, 78 años después de su proclamación, seguimos recordando e implorando para el futuro.

Esta tarde iré a la manifestación de mi ciudad y espero colgar un vídeo.

Hoy, más que nunca...

¡Salud y República!

18 años, ¡ya soy mayor de edad!

Pues eso, que ya soy oficialmente mayor de edad. Ya puedo votar, ser responsable de mis actos, ir de putas o acabar en la cárcel. Una nueva etapa de mi vida comienza, sobre todo ahora que mi ida a Barcelona a estudiar Bellas Artes está cerca.

Sin más dilaciones, viva el jazz y que cumpla muchos muchos más Risa

¡Salud!

Concierto de Soziedad Alkoholika

Concierto de Soziedad Alkoholika

Símplemente conmemorar este gran concierto que me mantuvo 24 horas con un pitido constante y fue el principio de una noche bizarra.

Algo coló en mi interior, ¡que me sube la adrenalina!...

¡Salud y S.A.!

Metallica

Metallica

Los dioses indiscutibles del ya no digo thrash metal sino metal.

Esta banda de thrash metal nació en los 80’s. Con su debut Kill ’em All que presenta el espíritu thrasher y agrsivo de unos veinteañeros cais adolescentes que alcanzaron la fama. Su siguiente genial obra es la perfección de su estilo hasta un límite sorprendente con obras como Fight Fire with Fire o la misma Ride the Lightning. Los dos siguientes discos no fueron sino la contínua mejora del grupo, y luego está el corte que a muchos no gustó: El Black Album. Este disco tiene buenas canciones como la famosa Enter Sandman, peor presenta un alejamiento del thrash de la vieja escuela hacia el heavy metal más suave y comerical. Le siguen otros discos que siguen la misma trayectoria: Load, Reload y St. Anger. Luego está el más reciente sacado el año pasado que tiene algunas canciones que rememoran el estilo que los llevó a la fama.

Cuando conocí el thrash metal gracias a mi amigo Mikel lo que antes me interesó fue la New Wave of Old School Thrash Metal, que son los grupos recientes de thrash de al vieja escuela (la nueva mete otros efectos de sonido y es más comercial). Esto es grupos como Violator, Nuclear Assault, Evile, Municipal Waste, etc...) pero no fue hasta un tiempo después que me tiré toda al tarde bajándome la discografía entera de Metallica, los conocí y ahora es una de mis bandas favoritas, tanto a nivel de thrash como en comparación con otros estilos, aunque aquí compite con otros dioses (Bob Marley, The Beatles, Led Zeppelin, The Doors). A quien le guste la música cañera y quiera disfrutar de todo ele spíritu thrasher con unos genios de la música, que se sumerga en Hit the Lights, goce con Whiplash y se corra con Ride the Lightning.

RIDE THE LIGHTNING

WHIPLASH

THE FOUR HORSEMEN

THRASH TILL DEATH!!!

El Trío del Mal tras el Holocausto #6

El Trío del Mal tras el Holocausto #6

Nuestros amigos dejan el viejo continente en busca de nuesvas aventuras con el pretexto de salvar la Tierra. veamos qué tal les va.

Capítulo 6

Ya sobrevolaban Europa, a una altura no muy grande, por si se caína decían ellos, pero sobre todo para ver el impresionante paisaje. Nunca habían visto un continente entero desolado de esta manera desde al aire. Había carreteras cortadas por doquier, pueblos fantasma y miseria en cada rincón. Don y Samanta procuraban no pensar en ello, y charlaban plácidamente con éste último al mando del helicóptero. La cosa de momento parecía sencilla, ir en línea recta a una velocidad constante.
Txus estaba ensimismado mirando al vacío por al parte trasera de la nave que estaba abierta, y mientras miraba la tierra muerta no paraba de pensar en todo lo que había cambiado en este tiempo. Ellos pretendían ser los mismos, pero no eran ni de cerca esos tres fumetas despreocupados de entonces.
Físicamente no es que hubierna mejorado mucho. Los tres estaban más fuertes, y tenían más resistencia al frío, el hambre y largas caminatas, y dormir en el suelo era el pande cada día, pero la incrementada ingesta de drogas les estaba pasando factura.
A los tres se les iba mucho la olla, a veces se pegaban sinr azón e incluso llegaban a cabrearse, lo que les inducía a dorgarse más. Tenían un carácter muchi más extrovertido e impredecible, siempre a la defensiva de cualquier amenaza externa, algo que venía bien a veces pero que a menudo crispaba la situación.
Samanta llevaba el pelo hasta los hombros, y ropa al estilo de cualquier rockero de los ochenta, algo que no era muy difícil cuando no te piden tarjeta en als tiendas de ropa. Txus miraba más por la ropa de montaña, tenía el pelo relativamente corto y una capa de pelo a caballo entre barba y pelusilla cubriéndole la cara. Don estaba aficionado allevar ropa pintoresca, y lo mismo llevaba un smoking de dos mil euros como un mono de trabajo, llevaba la cabeza rapada y una barba que le hacía aprecer un moro, algo que no paraban de recordarle sus amigos. Visto así puede parecer que tampoco era tan malo, pero la calidad de vida había hecho estragos en ellos. Estaban siemrpe con ojeras, y Txus se había debilitado mucho con una bronquitis de tres semanas que casi le mata estando en Gijón, desde entonces era un maniático hipocondríaco que no salía al aire libre sin un gran chubasquero de montañista. Todo eso le rondaba por la cabeza, y también se había fijado en que no eran tan iguales como creía.
-Txus tío ya se ve la costa mira.
-¿A ver? ¡Hala que bonito!
-Hostia tú no nos hemos traído ningún dvd portátil ni nada pa ver pelis –advertió Don.
-Aiva es verdad –contestó Txus.
-Don cógeme los mandos un segundo porfa.
-¿Pa qué tío?
-Tú cógelos anda.
-¿Qué dices tío? Voy todo morao, seguro que nos matamos.
-No seas moñas hombre, qué es solo sostenerlos, si pasa algo ya vuelvo.
-Como quieras.
Pasaron unos minutos mientras Samanta revolvía entre unos trastos de atrás.
-Ei Txus mira esto –le dijo Don. De repente el helicóptero descendió verticalmente unos tres metros. Samanta resvaló y calló patéticamente sobre un montón de bolsas de patatas.
-¿Qué haces subnormal?
-¿A que se te pusieron los huevos de corbata? ¡Jajaja!
-Tú no hagas eso que a mí tampoco me mola –le reprochó Txus.
-Venga tíos no me seais carcas que sino el viaje se hace muy aburrido, encima de que no tenemos pelis pa ver.
Samanta se acercó y le dio una colleja.
-Mira, para esto me levanté chavalín- dijo sacando de una bolsa de deporte una play station 3.
-¡Coño una play de puta madre!
-¿Pero tienes tele?
-Vengo preparado chaval –respondió enseñando tambié una pequeña tele verde y un porta CDs con un montón de juegos y películas.
-¡Qué guapo! ¿De dónde lo has sacado?
-Se la cholé a uno de la comuna, total, nosotros nos la merecemos más, que para eso vamos a arriesgarnos la vida salvando el mundo de una segunda destrucción masiva que extinguiría definitivamente...
-Que sí que sí, venga ponla –interrumpió Don.
Conectaron los cables y enchufaron la tele a un generador eléctrico que siemrpe llevaban consigo. Sacaron el Teken 5 y echaron unas partidas, turnándose para pilotar el Hércules.
Así pasaron dos horas en las que no veían nada más quemar por todas partes.
-Según el GPS estamos en medio del Océano Atlántico, así que nada de estupideces que de aquí no nos salva ninguna comuna –advertió Txus que en ese momento le tocaba pilotar.
-Buah ¿te imaginas una comuna en medio del océano?
-Jaja sería la buena.
-La nueva Atlántida.
-¿No viene de ahí la cocacola?
-Eso es Atlanta.
-Calla, que me entra la sed. ¿Qué hay pa beber?
-Nos queda el agua, algo de fanta, nestea, cocacola...
-Y whiskey, ginebra, tequila, bacardí…
-A meca es verdad, toma Samanta, un regalito –le dijo Txus pasándole una botella polvorienta de pacharán.
-¿Todavia queda? Joder qué nostalgia.
-¿Te tira la tierra e?
-Coño y a mí –dijo Don-. Anda que no me tomaba ahora unos culinos de sidra.
-Joder eso sí que entraría bien, que pena que en Estados Unidos no haya de eso.
-Pues en la peli de la Nicole Kidman sobre la guerra de escisión... ¿cómo se llamaba?
-Cold Mountain o algo así creo.
-Pues ahí recuerdo una escena en la que la gachí les ofrece sidra a unos que estaban construyendo una casa.
-¿En serio?
-Bah, como al asturiana no hay ninguna, sino prueba la navarra, es agua ácida chaval.
-¿Cuánto queda de la Super White Widow? –preguntó Txus.
-Unos quince euros ¿por? Nos tiene que durar que es la mejor que llevamos.
-Por esto – respondió sonriente mostrando un CD en el que aparecía escrito Superfumados.
-¡A verla! Samanta saca el grinder que vamos a amenizarnos el viaje.
-¿Si no? Ahora que me toca pilotar a mí –dijo Don.
-Tranquilo que te guardamos algo, total, tú sólo la has visto trece veces ¿no?
-Bueno, eso resulta elocuente. ¡Hostia qué nubarrones!
-Pues ándate con cuidado y no vueles muy alto.
Pasaron las horas entre risas y colocones cuando la amenazante tormenta llegó a su apogeo sobre nuestros amigos. El cielo se oscureció y empezó a llover frenéticamente. A la media hora de intensa lluvia empezó a granizar de una forma salvaje unos pedrolos del tamaño de una pelota de pin pon, por lo que los tres se empezaron a acojonar.
-¡Mierda no! ¡No puede ser! –dijo Samanta que se puso al mando ya que era el más experto en pilotaje.
-¿Qué pasa?
-Debe de ser por la tomrenta, el GPS no va, mira.
La pantalla mostraba NO SIGNAL.
-¿Y ahora qué hacemos?
-Bueno, la ruta está marcada, sólo tenemos que seguir en línea recta y encontraremos tierra.
-Si la tormenta no nos mata antes.
-¡No digas esas cosas tarugo que me pones nervioso!
Don y samanta empezaron a discutor hasta que se dieron cuenta de que Txus estaba dormido.
-¿Cómo puedes dormirte en un momento cómo este tarugo?
Txus levantó la mano y mostró un bote de somníferos.
-¿Pero qué haces loco?
-Esque cuando estoy... ah sí, morao, pues...
-Pues qué.
-Me emparanoio mucho y me entra el acojone... y paso tío... yo me hecho una siestecita y cuando llegemos a Nueva York me avisáis... a ver si vemos al del GTA V... que seguro que tiene hierba...
-Está delirando este zoquete.
-Bah tú déjalo que hay que estar concentraos.
El helicóptero zumbaba y se tambaleaba constantemente, y por culopa de las nubes nbo sabían si estaban en tierra o en mar, así que Samanta decidió descender a ver qué veían. Antes de percibir nada se toparon con una gran palmera que les dio de frente. El helicóptero empezó a pitar y una lucecita roja parpadeaba. Descendió y descendió, Samanta pudo divisar una playa, torció la nave hacia el mar y dijo:
-¡Salta!
-¿Cómo que salte?
No obtuvo respuesta, Samanta ya se había tirado. Don cogió Txus y lo tiró por la borda, luego se tiró él. El Hércules fue dando bruscos giros de 360º hasta que se desplomó a orillas de la playa ardiendo en cuestión de segundos. Los tres cayeron sobre el mar.
-¡Joder qué chapuzón!
-¿Y Txus? ¿Se ha muerto? –pregutnó Samanta.
-No, lo tiré, ¡míralo ahí!
Txus estaba a unos cuatro metros flotando boca abajo. Corrieron a salvarle y se arrastraron hacia la playa. Una vez allí vieron que no respiraba.
-¡No joder no!
-Mierda tú ¡hay que hacer algo!
-Hazle el boca a boca.
-Tú tienes más conocimientos de medicina no me jodas.
-Está bien.
Cuando se iba a acercar a hacerle el boca a boca Txus tosió y escupió un montón de agua en al cara de éste.
-¡Txus estás vivo!
-¡Joder qué mal sabe le agua salada tío!
-Dímelo a mí que me la has escupido toda.
-¿Dónde estamos?
-No lo sé, pero no parece una ciudad, está todo lleno de árboles tropicales.
-Igual es una isla desierta.
-Todo está desierto en este puto planeta.
-Bueno, tú ya me entinedes.
-¿Y qué pasó con nuestras cosas?
-Ahí están ardiendo.
-¡Joder pues ahí teníamos toda nuestra subsistencia! Dios putos somníferos, qué colocaod estoy.
-Vamos a dar una vuelta a ver qué vemos.
Anduvieron por la larga playa hasta que vieron que algo sobresalía de la arena.
-¿Qué será eso?
Lo desenterraron y vieron que era una amaca.
-Una amaca, si hay amacas hay hoteles, sigamos buscando.
No tuvieron que andar mucho pues al finalizar la playa vieron un gran edificio blanco. Sobre él, y en letras verdes con una palmerita había un letrero.
-Hotel Jamaica.
-¡Toma ya!

Soy un porrero, no un delincuente

Soy un porrero, no un delincuente

Ya hablé sobre el tema del cannabis, pero quiero indagar más en el asunto, esta vez a nivel más personal.

Antes de nada, quiero exponer qué es la marihuana:

La marihuana es como bien sabemos una planta de cáñamo cuyos cogollos segregan unas sustancias llamadas cannabinoides siendo la más importante el THC, el cual produce los siguientes efectos, los cuales puedo decir por propia experiencia:

-Relajación mental y muscular.

-Una especie de mareo que resulta agradable aunque puede volverse desagradable si se consume demasiado (lo que se conoce como un amarillo).

-Risa fácil.

-Mayor expresión de los sentimientos.

-Aumento del apetito.

-Ralentización de los procesos mentales.

-Mayor apreciación y entusiasmo por la música y otros entretenimientos.

Estos son los más importantes. Puede que haya gente a la que no le guste esta sustancia, sobre todo gente que cuando la probó le dio chungazo o gente que se enganchó demasiado. El cannabis tiene la ventaja de que no crea dependencia ni física ni psicológica, y el hecho de que haya gente que fuma demasiado se debe a que no saben o no quieren controlar su consumo, ya sea por vicio o por otras situaciones (cuando pasas malas rachas las drogas suelen ser un ’’apoyo’’).

Yo personalmente llevo un tiempo consumiendo, y no he visto nada contraproducente en ello. Ya sé que no son necesarios, me lo puedo pasar bien sin ellos, pero hacen que todo resulte más agradable, todo te hace más gracia, aprecias mejor la música, saboreas la comida como si no la hubieras catado en tres días, y el tiempo pasa plácidamente. Claro, algunos dirán que te deja tonto, que te empeora la vida, que te lleva a drogas más duras como la coca o las pastillas, etc... y a esto, en mi persona puedo decir que es falso.

Fielmente me apliqué lo que ya dije en el artículo de la procrastinación, por lo que mis notas han mejorado considerablemente (todo notables hasta la fecha en la 2ª evaluación), con esto no quiero decir que el fumar porros no te deje tonto, sí que te deja, pero eso es pasándose, igual que si te pasas con la comida tendrás una indigestión, o un coma etílico si lo haces con el alcohol, pero hay que saber encontrar la justa medida, algo que depende de la responsabilidad de cada persona. No porque me haya sentado mal el empacho de chorizo voy a dejar de probar tan delicioso manjar de nuestro amigo el cerdo, y así con todo, excluyendo como ya dije en el otro artículo las drogas que sí crean una fuerte dependencia y estragos en el cuerpo (cocaína, heroína, MDMA...).

En cuanto al tema de que te lleva a otras drogas, quiero responder con una metáfora: Mucha gente se mata en coche todos los días, es un grave problema, pero ¿hay que ilegalizar el uso de automóviles por que haya gente que no los usa adecuadamente ((excluyendo los accidentes por adversidades del terreno))? No. Eso sería imposible, pues paralizaría a gran parte de la población, y son un elemento imprescindible para la comunicación. No porque un porcentaje de los viajeros se mate se va a privar a todos de viajar, lo más adecuado es lo que está haciendo el gobierno, poner medidas para que ese porcentaje de muertos se reduzca. Pues lo mismo pasa con el cannabis. Yo sé de gente que fuma porros y se mete drogas más fuertes, pero también conozco gente (más además) que fuma porros desde hace ya tiempo y no está metida en las drogas duras, por lo que esta es una acusación falaz que no se puede aplicar a todos los porreros.

Pues bien, a lo que quiero llegar es a que el cannabis es una droga recreativa con la que se puede compaginar la vida y hacerla más amena. Sí es cierto que hay muchos currantes que no pueden permitirse colocarse porque han de mantener a su familia, pero esto es algo totalmente subjetivo, los porros los debe tomar quien quiera, y esa persona debe ser responsable de sus actos, y si del consumo es adecuado o no para ella. A mí, en estos momentos de estudiante, sí me lo es, y lo que quiero denunciar y es lo que me ha llevado a volver a hablar del tema es la constante represión a la que me veo sometido por el mero hecho de consumir una sustancia que ni hace daño a nadie ni me lo hace a mí.

¿Acaso es justo que por llevar una china que he pagado por mi cuenta en el bolsillo o fumármela en un lugar público me metan una multa de 300€? Has cometido un delito, te dice el amable policía, ¿pero quién es el delincuente, yo por llevar algo que es para mí y que no perjudica a nadie o el Estado por robarme 300€?

Y no sólo con la policía, la misma sociedad te excluye y se crea prejuicios de ti por el mero hecho de fumar porros. Los jóvenes son muy comprensibles sí, pero el fumar porros sigue siendo un tabú, y eso no lo puede negar nadie. En casa, en la escuela, en la calle, en todos los sitios te tachan de drogata, o hacen chistes de ti, y cuando vas por la calle tienes que andar siempre con miedo, miedo de quienes te deberían proteger, por el mero hecho de hacer algo que yo no veo como un delito, porque afirmo que no lo es. Una persona que acusan legalmente de consumir cannabis es un preso político, está siendo reprimido por una ley estúpida producto de los intereses capitalistas de hace ya un tiempo.

Todo empezó en los años veinte en el país de las oportunidades, cuando en plena ley seca y con unas tasas de paro y criminalidad preocupantes, muchos americanos empezaron a consumir marihuana para sobrellevar la precaria vida. En esta época la criminalidad era mayormente de americanos, pero los puretas apegados desde y para siemrpe al poder estadounidense se encargaron de hacer una campaña de odio al inmigrante como causante de las penurias del país, cuando eran producto de la nefasta economía que sufría el mundo entero. Aquí empezó la demonización de la marihuana, la expusieron como una droga dura que aumenta la delincuencia y crea desestabilidad social, todo ello para acusar de la delincuencia a los mexicanos mayormente. Se hicieron campañas por todo el país hasta que en 1937 se firmó la marihuana tax act., una ley que ilegalizaba el consumo y cultivo de cannabis en los Estados Unidos.

En la mayor parte del mundo también fue ilegalizada en la Convención Internacional del Opio celebrada en Ginebra en 1925.

Pero la cosa no acaba ahí, el hecho de que la responsabilidad de que la clase trabajadora blanca viva penosamente caiga no sobre la clase burguesa sino contra la clase trabajadora inmigrante no fue lo único.

El cáñamo como planta sirve para hacer papel y textiles de forma barata, por lo que la industria papelera de EE.UU. se basaba sobre todo en esta planta, pero se encontró un método aún más barato, que es tratando químicamente la pulpa de madera, por lo que sólo hacía falta talar árboles, producir resíduos químicos y dañar la atmósfera, todo sea por los intereses capitalistas; debido a esto se fomentó la demonización de esta planta, ya acusada de antes por asociaciones de padres de familia de orientación cristiana y ultraderechista, que decían que el cannabis llevaba al pillaje, el homicidio y la violación.

Mientras tanto, otra planta que siempre produjo cuantiosos beneficios se hizo con el consumo mundial, siendo mucho más perjudicial y adictiva: el tabaco.

Quiero hacer pensar con esto tanto a quien fume porros como a quien no. La marihuana es una droga, pero el concepto de droga debe ser entendido. Todo el mundo bebe, todo el mundo toma medicamentos, y todo el mundo debería fumar.

¡Salud y buenos humos!

Viaje de estudios a Madrid

Viaje de estudios a Madrid

Ayer volví del viaje de estudios de tres días que hicimos las dos clases del bachillerato artístico a Madrid, del cual puedo resumir que vimos mucho arte, hasta acabar algo hartos de él (sobre todo el último día de resaca), pero que tanto a mí como a lso demás nos gustó, ya que vimos algunos de los grandes museos de España: El Prado, El Thyssen, El Reina Sofía y El Arco (Museo de Arte Contemporáneo). También contaré que probé por primera vez un pollo del KFC (que ricos por dios), vi la madera montada y me cobraron seis euros por una tostada en un bar donde daban un concierto de Jazz... ¡Esto es Madrid amigos!

¡Salud!

Defeking on the Rox

 

Y si me votáis, prometo que el agua del váter no os volverá a salpikar

Pink Floyd The Wall

Pink Floyd The Wall

Pink Floyd The Wall es una película dirigida por Allan Parker en 1982 basada en el álbum The Wall de la banda de rock Pink Floyd. A partir de aquí empieza lo subjetivo:

Esta película, en la que predomina el estilo y la forma, llena de canciones, puede parecer (sobre todo para los no acostumbrados a musicales) un coñazo a primeras, pero una vez que la ves quedas asombrado de la carga que desploma sobre ti.

Ya había visto otros musicales antes, pero ninguno supo desgarrar como éste los sentimientos más profundos en forma de hermosos versos y una estética extraña a la par que impresionantemente realista, que sabe llevarte de la mano de la historia, meterte en ella y vivirla como algo propio.

No quiero contar nada de la historia, pues así se hace más sorprendente, pero diré que trata temas como el amor, la guerra, la tiranía y la represión de todo tipo, fijándose tanto en las malicias de un tirano como en las fijaciones de un inocente niño.

Puede parecer cursi, pero por algo más de hora y media que le dediquéis a la palícula aseguro que no será, ni mucho menos, tiempo perdido.

Recomiendo además, sobre todo para quien no entienda bien el inglés, verla subtitulada para entender las letras, pues son pilar fundamental para entender la trama, y para los conocedores de las delicias del cannabis, recomeindo también verla morao, algo ya personal pero que ayuda.

Por último decir de esta genial obra de arte que a pesar de la época es de buena calidad visual, para los tiquismiquis del tema.

All in all it’s just that, other brick in the wall

¡Salud!

El Trío del Mal tras el Holocausto #5

El Trío del Mal tras el Holocausto #5

Nuestros amigos van a partir hacia nuevas aventuras, ¡la cosa va que trina! Así que sin más dilaciones, disfruten señorxs:

 

Capítulo 5

Los días transcurrieron plácidos, felices, y la noción del tiempo se hizo radicalmente distinta, no porque el tiempo pasara más rápido ni mucho menos, para eso ya tenían nuestros amigos buena cantidad de drogas, sino por el hecho de que apreciaban las horas con mayor fijamiento que antes, mucho más, y el tiempo pasó de transcurrir rápido y monótono, aburrido y sombrío, en un ambiente psicodélicamente desalentador, a pasar intenso y tranquilo, aunque sean palabras algo antónimas, ya que disfrutaron de sensaciones que ni las destrucciones ni los colocones podían suministrarles, sensaciones que sólo te da el contacto con  otras personas, y no hablo solo de echar un polvo (una práctica que, como es lógico en una comuna de jóvenes, se estilaba mucho), sino por el mero hecho de conocer gente nueva, charlar de cualquier tema que no hubieras oído, o simplemente contentarte viendo la viveza de las calles repletas de gente en movimiento, tonterías que pasamos por alto pero que nos resultan esenciales para la integridad moral. Y tranquilo fue porque tenían en todo momento una sensación de seguridad que habían tenido que olvidar y cerrar en una cúpula de constante tensión. Habían pasado tanto tiempo solos, estupefactos, que les sorprendió más el mero hecho de sentirse felices de nuevo que la causa de ello.
Desde que llegaron, haciendo en total ciento diecisite personas, vinieron en tres meses otras tres personas:
La primera era un tío de unos veintitantos de nacionalidad rusa que decía llamarse Lev y ser un preso político que se acababa de fugar de la cárcel y buscaba cobijo. Cuando lógicamente le preguntaron que cómo se iba a acabar de fugar de la cárcel si todo rincón está deshabitado desde hace más de un año, dijo que se había fugado hace ya tiempo pero no se atrevía a entrar en la comuna porque se pensaba que eran los funcionarios de la cárcel y que tomarían la justicia por su mano con él ahora que ya no había gente.
Su aspecto era completamente desaliñado. Cuando llegó llevaba una camiseta interior blanca llena de tierra y sangre y que apenas se sostenía de lo rota que estaba, unos pantalones sucios y agujereados e iba descalzo. Llevaba el pelo sucio, revuelto, y cortado a cachos, y la cara llena de cortes de intentar afeitarse. Pero lo que más impactaba, más aún teniendo en cuenta que todos los que llegaban iban más o menos igual de desastrosos, era su mirada, la expresión de su cara. Casi nunca te miraba, siemrpe andaba con los ojos como vibrando, mirando de un lado para otro sin pararse en nada, y con una sonrisa vacilona que le daba cierto toque de loco.
Cuando le preguntaron si había fumado algo dijo que en la prisión donde estaba le drogaban constantemente apra que se le olvidasen las ideas subversivas.
No tuvieron más remedio que aceptarlo, aunque todos le creyesen lo que parecía y su pasado fuera algo turbio, y acabó siendo el extraño tonto del pueblo, con su casita aparte de los demás llena de mierda inútil hasta los topes y siemrpe recluido con el único contacto de la ventana, a la que se solía asomar para fisgar a las gentes de la comuna.
Los otros dos eran una pareja mayor de judíos israelitas que parecían ser unos simples excursionistas con todo el pack de supervivencia a sus espaldad. Eran Isaac y Helen, de sesenta y dos y cincuenta y cuatro años respectivamente. Hablaban hebreo como lengua materna y con fluidez el inglés y Helen además el ruso.
Contaron que llegaron ahí por casualidad, ya que estaban buscando a los primos que helen tenía en Moscú, de donde tenía ascendencia. En cuanto al factor común de la hierba, dijeron sonriendo que si no sabían que en el congreso de Israel había dos diputados del partido cannábico. La verdad es que imaginarse a dos judíos ya viejos de clase media alta fumando porros sí que entraba más en la realidad de este mundo.
Eran amables y tranquilos, miraban a todo como si fuera algo interesante que aportar a sus vacaciones, y no parecían ser algo consecuente de lo que había sucedido, más bien parecían unos turistas que se habían perdido y que necesitaban cobijo por unos días.
En realidad todos pensaban quedarse ahí por unos días, y el sitio tenía pinta de ello: maletas sin deshacer del todo, con las mejores prendas dentro para una mejor ocasión, caminatas a lso alrededores en busca de gente con nuevos paraderos, y esas constantes pruebas con radio a todos los lugares posibles, pero al fin y al cabo todos se acababan quedando ahí, sacaban el traje caro de regalo de navidad y lo lucían con orgullo en las cenas comunes con sus nuevos amigos y vecinos. Pero eso no fue así con nuestros amigos, ellos estaban destinados, o al menos dio la casualidad de que se debían ir de allí, por muy a gusto que estuviesen. Y esto fue por algo nuevo que aportaron los judíos. Se lo contaron sólo a los que parecían mandar allí, pero pronto pasó de boca en boca a conocimiento de todos. La cosa era que Isaac siguió trabajando en el ejército tras el servicio obligatorio y tenía conocimiento de algo que podía tener relación con lo que provocó este holocausto repentino, y así lo contó:
-Como ya sabrás Michael, nosotros los israelíes colaboramos... bueno colaborábamos militarmente entre otros aspectos con los estadounidenses, pues bien, yo era un alto cargo en la inteligencia militar de mi país, y fui uno de los pocos que supo de la construcción de dos bombas totalmente revolucionarias por parte de Estados Unidos. Dichas bombas se suponía ya que nunca que yo sepa las explotaron, producían una alteración en las neuronas humanas haciendo imposible su conexión, lo que hace que el cerebro no procese y el sujeto muera. ¿Cómo han hecho eso? Dije yo, ¿y sólo en humanos? ¡venga ya! Pero según decían lo habían probado con algunas personas, aunque, claramente, esto no podía constar en los informes oficiales, era pura comidilla de los altos mandos militares. El caso es que he visto lo que sucedió y casando ideas di con que alguna de esas bombas podría haber provocado esta masacre. Verás... no se lo he contado a nadie, ni siquiera a mi esposa, más que nada porque no puedo evitar sentirme culpable, sentirme parte de ello. Yo perdí a mis hijos ¿sabes? Está siendo muy duro y... no sé, igual vosotros pudierais hacer algo, no sé, encontrar a quien hizo esto, si es que es obra de alguien concreto y no algún castigo de Dios.
Como la historia se fue tergiversando entre charlatanes, el propio Isaac tuvo que dar explicaciones unas semanas después, y de la misma manera lo contó en una cena. El resto de la noche y los días siguientes los pasaron discutiendo sobre el tema, será verdad, qué hacer, posibles teorías, los culpables... El ambiente de paz se había roto, y algo había que hacer, y allí es dodne entraban Samanta, Don y Txus.
Aunque parezca mentira para unos adolescentes, eran de los que más se sabían defender, tal vez porque les tocó de las peores partes de este drama, y tenían conocimientos de distintas materias que pasaban desde las mínimas de supervivencia a cómo montar un sistema de abastecimiento eléctrico o qué tomar cuando vomitas todo lo que comes, además, aunque otros también guardasen esas aptitudes, fueron convincentes a la hora de irse, ya que querían profundamente solucionar este embrollo, y en la comuna ya no se sentñian tan agusto, así que con el intermedio de Miyagi y algo de carisma, a los mandamases entre los iguales les pareció bien que enmendasen esa misión. Claro que les asustaba abandonar esas tierras seguras para ir a nuevas zonas sin conocer, donde podría haber cualquier cosa, pero la noción del peligro resulta algo muy relativo en estas condiciones, y de todos modos se acercaba el duro invierno y las reservas de comida se iban acabando, por lo que prometieron volver con noticias nuevas y se fueron cargados de provisiones, ropa, todo tipo de utensilios, libros, una buena placa de hachís, vodka, tabaco, ácido y los buenos recuerdos de rollos amorosos, nuevas amistades y el resurgido sentimiento de formar parte de algo, algo que les daba fuerzas para tirar palante sin mirar atrás.

La furgoneta en la que iban   ir iba hasta los topes de equipaje, ya que se suponía que era una misión importante, además de los enormes bidones de gasolina, y aunque eso ralentizase el viaje los tres se sentían libres y seguros, sabiendo que hay más gente y con el ímpetu de descubir nuevo y quizá mejores lugares.
Ya estaba todo preparado para la mañana siguiente, y mientras tanto, bajo la tranquila noche, celebraron un banquete especial para los misioneros. Había dos pavos, tenera, verduras a la plancha y algún que otro capricho dulce que resistía a la fecha de caducidad.
Txus, Don y Samanta volvían para sus habitaciones hartos de vodka, como una cuba.
De repente, una sombra se acercó de entre una de las calles del complejo de edificios sin luz. Era un hombre desaliñado, pestilente y despeinado que miraba agitadamente.
-Sé lo que vais a hacer –dijo.
-Lev, ¡qué sorpresa tío! ¿qué haces aquí? – dijo Samanta en inglés con una pésima pronunciación de borracho.
-Tío que la fiesta está de lujo, vete pallá – añadió Txus.
-No podéis ir, va contra las normas –dijo Lev.
-¿Qué normas?
-¡No iréis, el sistema tiene que seguir su curso! ¡cerdos bastardos, llegaremos hasta el fin! –gritó y sin previo aviso sacó un machete enorme y oxidado de la roñosa gabardina que llevaba y les atacó.
-¡Cuidado! –gritó Txus calléndose del susto.
-¡Os mataré! –gritó histérico Lev, y se abalanzó sobre Txus todavía en el suelo.
-Samanta, que le sacaba una cabeza, le asestó una patada en el momento justo que se agachaba, acertándola en la parte derecha de la cara de pleno. Cuando cayó del aturdimiento, txus no esperó y le propino unos cuantos puñetazos en la cara, que iban a cualquier lado del pedal que llevaba. Don le agarró y le quitó el machete. Txus lo levantó y lo volvió a tirar al suelo. Luego le dejaron levantarse solo.
-¡No iréis cabrones! ¡tengo al misión de mataros! –gritó serio, como si la paliza no el hubiera afectado al estado de ánimo.
-¡Vete a la mierda gilipollas! –le gritó Samanta en español.
-Te mataremos a ti como no te vayas a la mierda –le dijo Don en el idioma común.
Lev bajó la cabeza, los tres esperaron un poco y se dieron la. Cuando Don miró para atrás de nuevo, vio que estaba apuntando a los otros dos con una pistola, corrió hacia él y al ver que no llegaba le lanzó el machete que llevaba. Éste le alcanzó en la cara y parte del cuello y Lev falló el tiro.
Samanta corrió a coger de nuevo el Machete y se lo clavó en el pecho, crujiendo contra el esterón. Lev no soltó la pistola, apuntó a Samanta en el suelo lloriqueando y gritó:
-¡Os mataré! – y añadió algo en ruso. Antes de que nadie hiciera nada el brazo de Txus apareció y le cortó la garganta hasta llegar a codo, haciendo saltar sangre de Lev y que dejó un rugido salvaje, después se desmaó y calló muerto.
-¡Hostias loq ue hemos hecho! –dijo Txus flipando en colores.
-¡Le has matado tú! –gritó Don.
-¡Samanta también le dio! –reprochó.
Antes de que siguiera la discusión aparecieron unas personas que acudieron ante los gritos. Pronto se llenó de gente.
Tras dar explicaciones de lo sucedido, creyeron lo que les relataron, más que nada porque todops le daban pro loco al pobre de Lev, al que más creían fugado de un centro psiquiátrico que de una cárcel. Esto no supuso más que un susto para unas personas que habían visto de todo, y pronto se tranquilizaron y se fueron a la cama a la espera de al resaca.
Al día siguiente nuestros amigos partieron.
El propósito era llegar a Houston, Texas, donde se suponía que tenían al menos información sobre la bomba en cuestión, lo veían como un propósito a última instancia, y el viaje se hizo relajado. Fueron hacia el oeste, hacia Polonia, con la intención de llegar a la costa y de ahí coger un barco hacia el Atlántico, y de la que iban, todavía en tierras rusas, divisaron un enorme campo vacío con unos hángares enormes y un cartel que decía algo en ruso y abajo en ingles ponía: MILITARY BASE, DO NOT ENTER.
-Un cartel muy tentador, ¿no os parece? –Todos coincidieron y entraron.
En el interior había una enorme explanada que por sus rayas pintadas en el suelo debía de ser un aeropuerto militar. Miraron dentro de unas casetas y, además de pestilentes y putrefactos esqueletos con el uniforme militar, encontraron un cuarto hasta los topes de armas de todo tipo: Fusiles de asalto M-16 y AK-47 entre otros, fusiles de francotirados, subfusiles, armas de cañón corto automáticas y semiautomáticas, rifles, lanzacohetes, explosivos como granadas de mano y bombas de corto alcance... uno de los peores sitios para echarse un cigarro agusto. Salieron fuera y empezaron a divertirse disparando a todos lados, algo que ya habían hecho con las pistolas que iban recogiendo por la antigua Gijón, aunque les sorprendió el daño que puede hacer el retroceso de una Kalashnikov en el hombro.
¡Ratatatatata! ¡Ratatatatata! ¡Ratatatatata!
-Dios tío, esto es una pasada –exclamó Don.
-Ey Don, ¿echamos un Counter algo realista?
-¡Samanta tío no me apuntes con un arma que estoy de misión secreta! ¿vale?
-Jaja, puto Don.
-¡Ey chicos venid! –gritó Txus desde lo lejos, sin apenas oírsele.
La voz venía de uno de los enormes hángares que allí había y que hasta entonces no habían reparado en ellos. Cuando llegaron lo vieron observando un majestuoso y polvoriento helicóptero Hércules que allí descansaba.
-¿Qué miras? –preguntó Don.
-¿Crees que podremos llegar hasta yanquilandia en esto? Vi por la tele que pueden cruzar medio mundo, son los que usan para llevar tropas a otros países y tal –respondió Txus.
-¡Putos imperialistas! –añadió convenientemente Samanta.
-Hombre, si tuviese el depósito lleno, que no creo, debería bastar para llegar, estos aguantan miles de kilómetros de un tirón como dijiste –dijo Don.
-Pues habrá que comprobarlo –dijo Samanta, y trepó hasta la puerta de la cabecera del helicóptero de cristales tintados. La puerta estaba casi cerrada, pero se podía abrir, y dentro había (aún siendo algo horripilante) en una pocición graciosa un cadáver de ,ilitar con la mano todavía sujetando las llaves del contacto metidas en la cerradura. Sólo había que girarlas. Samanta agarró el muerto, lo tiró sin cuidado al suelo y se puso su maloliente casco de aviador, encendió el motor y estudió cada una de las señales e interruptores que mostraba. Al fin dio con una que ponía depósito lleno. Antes de informarse debidamente en al biblioteca de la base sobre mecánica y manejo de helicópteros, presión atmosférica, condiciones climáticas, e incluso paracaidismo, estaba claro, de ir a la costa nanai, cargarían el Hércules de provisiones y cruzarían el charco todo moraos. Este tipo de cosas, ya no se piensan dos veces.

¿Os acordáis?

¿Os acordáis?

Este artículo va de la guerra. ¿De cuál de ellas? De la que más se habla últimamente, una de las pocas injusticias fielmente transmitidas por los medios de comunicación, la guerra de Gaza. Bueno, más que guerra es un genocidio. ¿Que no? Hay miles de palestinos a los que no les dejan salir de la franja de gaza (bloquean las salidas), les matan de hambre (no dejan pasar recursos de primera necesidad) y por si acaso les bombardean con sustancias tanto ’’legales’’ (como si fuera legal matar indiscriminadamente a la población civil) como ilegales (fósforo blanco, usado como no en la guerra de Vietnam por sus aliados yankees). Pero bueno, como la gente no pasa y ya está sino que está más concienciada que de costumbre (algo bueno tendría que tener un gobierno de ’’centroizquierda’’), paso de echar la parrafada de por qué es una masacre y todo eso y me remito a mostrar la imagen de una tira ’’cómica’’ que hice ayer sobre el tema.

Adelanto que al moraleja de esta historia es que al parecer, tenemos una memoria muy selectiva y caprichosa.

Imagen aquí

¡Salud y viva Palestina libre!

El Trío del Mal tras el Holocausto #4

El Trío del Mal tras el Holocausto #4

Y la historia sigue, como las pilas duracell, este es un capítulo de esos de transición entre hechos importantes, aunque también relata hechos trascendentales, todo como no dentro de esta locura anal y surrealista que es la historia. Ala, a disfrutarla.

Capítulo 4


-Cagüen la leche Miyagi ¿cómo es que estás vivo? ¿y qué haces aquí en Moscú? ¡Dios esto es demasiado! ¡no lo puedo creer!
-Dímelo a mí. Quién me iba a decir que viajando viajando iba a encontrar al Samantik. Y ¡coño Txus! ¿eres tú? Vaya no te había reconocido!
-¿Qué tal Miyagi? ¡Joder tío qué sorpresa!
-¿Y él quién es? –preguntó Miyagi.
-Es Don tío, del que ya te hable algunas veces de Gijón –contestó Samanta.
Miyagi era un amigo de Iruña, de donde era Samanta, aunque vivía en Gijón donde ha conocido a sus compañeros de viaje.
Al cabo de unos minutos, tras el júbilo de tan grata y esperanzadora sorpresa y cuando nuestros amigos pudieron construir frases coherentes, esto dijeron:
-No lo entiendo tío –le dijo Samanta a Miyagi-. Fui a Iruña y no encontré a nadie vivo tío. Ni mi familia, ni los colegas...
-Imagínate lo que tuve que pasar. Estaba fumando tranquilamente mi hierba cuando me despierto y em doy cuenta de que todo el mundo está muerto.
-Sí, nosotros pasamos lo mismo –dijo txus entristecido.
-Ya, pero vosotrois estabais juntos. Yo estaba solo. ¡Solo del todo! Por eso decidí irme de la ciudad a donde fuera, a ver si hay gente. Y acabé aquí.
-¿Y has encontrado a alguien? –interrumpió Don exaltado.
-Sí –respondió, y los tres gritaron de alegría-. Estuve viajando en esta misma moto –siguió, mostrando su Yamaha- y fui sin encontrar a nadie vivo y viendo cosas horrorosas que ni en una de las primeras de Peter Jackson hasta que llegué a Alemania.
-¿Y qué viste?
-Déjame contar. Iba yo en busca de comida por una calle de Berlín cuando oí unas voces. Corro hacia ellas y me encuentro un aparato de radio que estaba en un bajo del que se oía a alguien hablar. Y repetía una y otra vez la misma frase, por lo que supuse que no era alguien hablando en ese momento sino una grabación, pero eso no fue de ningún modo desesperanzador cuando oí lo que decía, que estaba en inglés:
Hola, alguien ahí? Somos una comunidad de personas supervivientes a este extraño fenómeno que ha matado a tanta gente. Cualquiera que nos oiga y necesite ayuda y cooperación, estamos a las afueras de Moscú. Gentes de toda Europa y otras zonas del mundo estamos aquí. Por favor venid.
¿Y qué pasó? –pregutnaron intrigados.
-Decidí ir en moto y llegué justo en medio del invierno, con un frío horroroso y todo cubierto de metros y metros de nieve. Como no podía ni entrar en la ciudad, me metí en una casa de campo de un pueblo cercano. Pasé ahí dos semanas, hasta que me ví desprovisto de cualquier alimento y leña para calentarme. Entonces decidí salir y di vueltas y vueltas por als afueras, sin poder penetrar en la ciudad atascada de nieve. Ni siquiera los animales que antes me acechaban salían a cazar. Estuve así hasta que se me acabó la gasolina, y al borde del desfallecimiento encontré una señal, que brillaba entre la tormenta de nieve con un pañuelo rojo. La señal decía Por ahí à, Caminé y a unos cincuanta metros encontré en un valle bajo un complejo de edificios cubiertos de nieve. Cuando bajé vi muros que tapaban zonas de acceso como caminos y carreteras. Tras merodear por los alrededores oí unas voces en un idioma raro y seguidamente unas personas llegaron y me llevaron dentro.
-¿No jodas? ¿Y qué era?
-Flipa chaval. Hay una comunidad de gente de puta madre que sobrevivió a lo que pasó y que vive ahí. Yo ahora vivo ahí, y hay hasta grupos de gente del mismo país que se conocieron aquí.
-¿Y hay españoles?
-Sí. Están Kiko de Vallecas, Marc y Miranda de Ibiza y Jausín de Cádiz.
-Hostia que movida.
-¿Jausín?
-Psché. Si ves la de motes que hay ahí flipas. Bueno, y vosotros, ¿venís por la señal de radio o algo así?
-Pues... creemos que no. Verás. Nosotros vivimos un tiempo en Gijón, aunque Txus se fue a Madrid y yo a Iruña, sin encontrar a nadie. Ïbamos a irnos y ya lo teníamos todo preparao cuando nos tomamos un lsd con no se qué mierdas superpotentes que nos hizo perder la conciencia durante... ¡echa!
-Emm... ¿dos semanas? –aventuró Miyagi.
-¡Tres meses chaval! Y acabamos en el puto Pakistán en medio del desierto fumando hachís de un cobertizo que estaba repleto de ello.
-Me estás vacilando.
-¡Que no, que no! Que estuvimos allí.
-¿Y cómo acabasteis aquí?
-Pues estábamos ahí fumando y lo siguiente que recordamos es despertarnos en un banco de esta ciudad hoy mismo.
-¿Me estáis ocultando algo?
-¡Joder Miyagi que no! Te lo juro que es lo que yo he vivido tío.
-Igual lo de Pakistán es una paranoia que tuvisteis por al droga.
Los tres recapacitaron.
-Puede ser. Por cierto –dijo Txus-,¿ en esa comunidad se fuman porros?
-Un montón de jóvenes de todo el mundo que viven en comuna tras un suceso que arrasó la humanidad... ¿tú qué crees?
-Bueno em... por asegurarme jeje.
-¿Y sabes algo de ese suceso?
-Pues ni yo ni niguno de los que he conocido tiene ni idea de cómo sucedió. Pero hay una cosa que hemos visto que tenemos todo en común. Todos estábamos fumando hierba cuando sucedió.
-¿Qué me dices?
-Sí tío. Pero aún más intrigante, todos estábamos fumando la misma hierba.
-¿Y cuál era?
-Una que fue mutada genéticamente en laboratorios secretos para aumentar su potencia de THC. No sabemos qué relación puede tener eso con que no hayamos muerto tan misteriosamente como la mayoría, pero algo tiene que ver.
-Si no fuera porque sé que no te habíamos facilitado un dato, no te creería, pero nosostros estábamos haciendo lo mismo cuando sucedió.
-Curioso es, sí señor, no menos que vuestra forma de haber llegado aquí –concluyó Miyagi- ¿No creeis que podrías haberos encontrado con alguine quye os dijera de venir aquí pero ahora no lo recordaseis?
-Hombre, dentro de esta puta locura, suena lógico –dijo Samanta, y decidieron ir a esa comuna de supervivientes.
La emoción de saber que no estaban solos ni mucho menos invadía a nuestros amigos, que aceleraban el paso mientras compartían increíbles historias con el viejo amigo Miyagi.
Un alto muro se divisaba al fondo de la carretera desierta, a unos cuarenta minutos de donde se habían encontrado. Don y Txus iban a pata mientras que Miyagi les guiaba con la moto con Samanta a sus espaldas. Cuando se acercaron al muro se distinguía una escueta torre de hierrajos y un símbolo de la anarquía pintado sobre el muro. Dos chicos asomaron sus cabezas de la torre, la cual debía de ser de control, y hablaron a Miyagi en un idioma extraño. Los tres, al verlos, no pudieron evitar sorprenderse, pues todavía no estaban acostumbrados al contacto con desconocidos. Al poco de abrieron unas pequeñas y gruesas puertas del muro por donde pasaron Miyagi y los demás.
-¿En qué hablabais?
-Ruso. He tenido que aprender algo para sobrevivir aquí, pero no te preocupes, con que sepas algo de inglés te harás entender –le respondió a Samanta.
Una vez accedieron lo que vieron fue un complejo de edificios viejos no muy altos y algo de gente, no mucha, transitando por las calles o charlando sentados en un rincón. Esta escena les abrumaba, como el cuerpo desnudo de la mujer que desean, y el ambiente que se respiraba era más de un sitio vivo y acojedor que de uno estraño y peligroso.
Dos hombres y una mujer se acercaron a ellos, vestidos con ropa limpia aunque algo rasgada. Intercambiaron unas palabras con el chino y se dirigieron a los demás.
-¿Españoles? Yo Michael, el Thomas y ella Svetlana –dijo uno de ellos en acento del norte de Europa, dándoles la mano.
-Sí. Yo soy Samanta, y ellos son Txus y Don.
-Hola.
-Hola.
-¿Samanta? –preguntó Michael.
-Sí. ¿Qué pasa?
-No, nada –respondió Michael- Yo estudié un poco español, viví en Madrid.
-¿De dónde eres?
-Deutchsland.
-¿Alemán?
-Ja. Ellos dos son de aquí. Aquí gente de todo el mundo. Buena gente, te gustarán.
Samanta hizo acopio de su particular carisma y pronto intimó con quienes iba conociendo, al igual que lo iban haciendo Txus y Don, cada uno a su ritmo. Txus dominaba el inglés, al igual que Samanta, mientras que Don intimó más con los españoles ya que no hablaba otra lengua.
Marc y Miranda eran un matrimonio joven recién casado que decidió ir a Polonia pues Miranda tenía familiares ahí, y acabaron de esta forma en La Comuna, que así se llamaba el recinto. Kiko era un joven madrileño que tuvo la misma idea de mirar en las radios señales de supervivientes, y pronto intimó con nuestros amigos ya que era un heavy todo legal. Luego estaba Jausín con su peculiar historia. Era el mayor de La Comuna con cuarenta y seis años, y según contó era un entrenador de fútbol de chavales adolescentes de un equipo malísimo que se dedicaba a pasar hachís a sus jugadores por lo que nunca marcaban un gol, y a sus manos, como a las de los demás ‘’privilegiados’’ llegó la hierba especial que le salvó del extraño suceso. En cuanto a cómo llegó aquí, cruzó en un pesquero el estrecho hasta llegar a Marruecos ya que ahí tenía unos amigos, y aunque los encontró como al resto de gente, cogió un alijo enorme y se fue en busca de alguien vivo por todo el mediterráneo hasta coincidir con unos griegor en plena mar que iban en busca de sus familiares ya que sabían lo de la señal de radio. La mayor parte de porros que había aquí ahora los trajo él, aunque una de las normas de La Comuna era que la única propiedad que existía era la colectiva, así que si se quería quedar los tuvo que dar a la administración, algo que vio rentable a cambio de un sitio donde vivir, y más importante aún, un sitio donde convivir.
Y así había hasta un total se cianto diecisiete personas, con historias increíbles que contaban en los ratos libres que les quedaban tras asegurarse llegar a ver el siguiente amanecer, sin la resaca de vodka y porros no se lo impedía.
La Comuna era un sitio la mayor parte del tiempo alegre, sobre todo por las ganas de vivir que se notaban en los que ahí vivían, jóvenes en su prñáctica totalidad, siendo el mayor Jausín de cuarenta y seis y el menor una niña sueca de dos años que vino con su madre. Como ya dije, la propiedad es colectiva, todo lo que se consigue va para el bien común. Hay viviendas de sobra, aunque procuran ocupar los mismos edificios para que no haya aislamiento, aunque inevitablemente, cada uno tiende a ir para la zona de sus compatriotas, habiendo ya unas pequeñas zonaspor países, y los desgraciados que no los hayan, como el único portugués de la zona, tienden a ir con los de sus países vecinos, así que con el paso del tiempo resultaba difícil ver a un italiano con un finés, aunque las cenas comunes en las que todos se reunían y contaban sus historias en inglés, para el mayor entendimiento posible, hacían que esa disgregación fuera menor. Vivían de las reservas de los supermercados, además de unas cuantas huertas e invernaderos llenos de verduras y frutales y algo de ganado para ocasuiones especales. Ésta era una de ellas. Mataron una vaca para la ocasión, y, como siemrpe que había que repartir algo, se daba por este orden de prioridad: para quien lo cocinaba, traía o conseguía de algún modo, para quien fuera el fruto de una celebración (cumpleaños, recién llegados, etc...), para quien necesitara más que otros de ello y lo que sobrara (si sobraba) por sorteo.
El hecho de que tanta gente se reuniera para dar cobijo y la bienvenida a unas personas que habían pasado tanto tiempo solos, agarrándose al desamparo para no caer en la locura e intentando ya no olvidar, sino pasar rápido el día a base de desinhibiciones de todo tipo, ese cariño tras tanta desesperación y resignación, hacían que se emocionasen enromemente, como aquella vez que se reencontraron en el parque al borde del suicidio, y los demás, aunque no hablaran la misma lengua, ni supieran cuál era su historia, lo sabían, sabían lo que sentían sin necesidad de intercambiar dos palabras, porque todos y cada uno de ellos había pasado por lo mismo, algunos con mayor o menos sufrimiento, algunos con mayor o menor fortaleza, todos eran iguales.

Punks not dead!!!

Punks not dead!!!

Nota: Este artículo va para lxs adictxs a la música

 

Hola, ante todo feliz año nuevo y todas esas formalidades.

¿Nunca te ha pasado que nada más levantarte, además de pensar en echar una buena meada piensas en cierta canción y hasta que no la escuchas no se te sale de la cabeza? O más allá, que un día te levantes con ganas de sumergirte en reggae y/o ska mientras te inundas de cannabis, o que te dé la vena romanticona y te pases el día escuchando Sabina, o que en vez de ello te apetezca desahogar tus ganas de matar escuchando metal... Pues hoy me ha dado por el punk. No es una gran noticia, pero es que creo que no soy el único al que le dan este tipo de venadas musicales, así que aquí dejo para quien también disfrute del punk, estas joyas del género:

Lendakaris Muertos - Gora España

La Polla Records - Demócrata y Cristiano

The Exploited - Fuck the USA (la puta caña) 

Tijuana in Blue - Clarete y Speed (versión de los anteriores)

 

¡Salud!

 

Propósitos de año nuevo:

Propósitos de año nuevo:

1- Tener autocultivo

2- Sacarme el bachillerato

3-Afiliarme al PCE

 

¡salud y república!

http://es.youtube.com/watch?v=Scr0uOMQiJY&feature=related

El tema de la caridad

El tema de la caridad

He vuelto a este mi especie de diario tras un considerable tiempo por problemas primero de conexión, los cuales acabo de arreglar, y segundo de salud, ya que por estas fechas siempre me pongo malo de los malditos bronquios, además de la gripe que este año pega fuerte, algo que me ha llevado a reducir mi consumo de cannabis y cualquier cosa que pase por los pulmones (exclúyase obviamente nuestro amigo el aire). Pues bien, esto me ha llevado a no poder opinar sobre temas que me habría gustado como la revolución de trabajadores y estudiantes que está sucediendo en Grecia, pero de todos modos ya trataré este y otros temas más adelante.

Un tema que sigue estando muy vigente por estas fechas es el de la caridad. Como estuve malo empecé a ver la tele con más frecuencia, y me he dado cuenta de que por estas fechas a todo quisqui le entra el espíritu navideño y empieza a hacer galas y anuncios con negritos o niños terminales a cascoporro, sobre todo aquellos que precisamente viven mejor que la mayoría, ya sea Raphael en su gala de cincuenta años cantando con la voz ya cascada que tiene mientras aparecen africanos de vete tú a saber dónde en la pantalla grande de atrás, o el Gonzalo Miró ese concursando con otros pintamonas en pasatiempos estúpidos para que el dinero que ganen se lo den a África. Antes de nada decir que ya pueden estar finos ese día si la vida de esas personas depende de la cultura de esta oligarquía de los medios de comunicación.

Y la cosa sigue: Fundación Letizia Ortiz, I+D (Investigación más Desarrollo), Unicef, Cruz Roja, Intermón Oxfam, Cáritas, etc...

Sobre esto me merece dos opiniones, la primera dirigida a todos estos que, sobre todo por estas fechas en las que Charles Dickens se presenta en sus intereses económicos y empiezan a hacer todo este tipo de anuncios, a participar en organizaciones dando algo de sus perrillas y llamando a los teleadictos de clase media a contribuir en ello. Sobre estos no tengo nada más que decir que son unos completos sinvergüenzas dignos de un desterramiento a Siberia. ¿Por qué? Si lo único que hacen es que los más adinerados (ya sea la monarquía, los tertulianos o algún que otro yuppie) den algo de su fortuna  a los más necesitados... Parece justo ¿no? Ellos dan su dinero, por lo que los pobres son más felices, nosotros también lo somos al ver que por estas fechas el mundo es más justo ¡y sólo con encender la tele, qué chollo!, y los que dan ese dinero también lo son porque, además de que pueden comprarse el tercer deportivo nuevo sin remordimientos, ganan publicidad... Todos ganamos ¿no? Aquí lo dejo por el momento.

La segunda opinión que tengo al respecto va para aquellos y aquellas que anónimamente ayudan a los más desfavorecidos, personas mucho más dedicadas y valientes que cualquiera de nosotros empezando por un servidor, algunos que han dado la vida en ello y otros que casi la pierden. Estas personas, ya sean de Unicef, de Intermón Oxfam, de la Cruz Roja o incluso de alguna orden religiosa, merecen mi respeto por la buena intención que tienen, pero quiero decir que su modo de actuar no me parece el más eficaz. Me explico:

Ellos se gastan un montón de pasta en publicidad, anuncios bastante ingeniosos por aquí y por allá para adularnos y que la clase media occidental, osea nosotros, demos algo de nuestros bienes a estos defavorecidos del tercer o el cuarto mundo la mayoría de las veces. Y nosotros damos seis, o igual menos euros al mes para apadrinar a un niño, o para que en Níger pùedan extraer agua del subsuelo en vez de tener que caminar horas para conseguir una contaminada, o para que no se mueran miles de niños y adultos de sida o malaria al día... la lista en interminable, y las razones también. Pero creo que esa no es la solución. Así podemos salvar a uno, dos, cuatro o cincuenta, pero miles y millones de personas tienen problemas de todo tipo que van desde enfermedades (muchas curales), hambre, guerras, salarios ridículos de incluso menos de un euro al día, explotación de miles de trabajadores, muchas veces menores, prostitución tanto de mujeres como niños, esclavitud, terrorismo de Estado, y es un gran problema en conjunto que así no solucionaremos. Mientras un occidental de clase media da algo de su dinero a estas zonas para ayudar a unso pocos, o incluso si deja su trabajo y su casa o incluso su familia y se va a la zona en cuestión a ayudar el resto de su vida, mientras tanto, los gobernadores capitalistas que hemos elegido democráticamente se ocupan de que la solución no se extienda, ¿cómo? No perdonando la dedua externa, un gasto mínimo que es el yugo que mantiene en la pobreza a toda esta gente, vendiendo armas tanto a los gobiernos corruptos del tercer mundo como a las guerrillas para financiar guerras que desestabilicen los países y poder ocuparlos con las ’’fuerzas de paz’’ yasean cascos azules o las Fuerzas Armadas, dejando el comercio, base de la economía de cualquier país en manos de empresas que buscan el mayor beneficio posible a costa de comprar productos manufacturados en los países pobres a un precio absurdo para luego revenderlos a un precio enormemente superior quedándose así los beneficios (y creedme, el transporte no es tan caro, unas converse all star cuestan cincuenta pavos mientras que en Vietnam, país de fabricación, cobran un salario infinitamente inferior al coste de venta aquí), la venta  a un precio demasiado alto de fármacos esenciales para la vida de millones de personas (ver ’’El Jardinero’’ película que trata bien este tema), etc...

¿A dónde quiero llegar a todo esto? A que hay que saber distinguir entre caridad y solidaridad. Por eso siempre me ha gustado este cartel de propaganda de la II República española.

Para explicarlo viene muy bien la fábula del niño y el pescador, que cuenta que un niño pobre tenía mucha hambre, de esto que se encuentra con un pescador, y entonces el pescador le ve, le da pena y le da un pez de los que pescó para quecene esa noche. Esto es caridad. Ahora bien, ¿no sería mejor que en vez de darle un pez para que cene esa noche le enseñase a pescar para que cene todas las noches? Pues bien, esto es caridad.

Apliquémoslo a la deprimente situación actual. ¿No sería mejor que en vez de dar algo de nuestro dinero a ayudar a unos pocos mientras que nuestros gobernantes se preocupan de que la cosa siga así obligásemos a que estos gobernantes y sus despiadados aliados del libre mercado acabasen con este genocidio que va en contra de todo derecho del hombre y la mujer? ¿No sería mejor que en vez de hacernos socios de Unicef nos levantásemos contra el sistema capitalista por un comercio justo y por la abolición de la deuda externa y de las disctadura del capital que alimenta la miseria? Claro, aquí nos entra el miedo, alimentado por los mismos que se hacen la foto con el negro moribundo, y es que si mejoramos la situación en el tercer mundo nosotros pasaremos hambre, que la naturaleza del hombre es estar por encima de los demás, que es muy difícil cambiar las cosas, etc etc...

¿Es que no estais hartos de toda esa mierda? Grecia se ha levantado contra el capitalismo, la crisis ha pasado de afectar a los tercermundistas a afectarnos a nosotros con paro y recortes salariales, el salario mínimo, que Izquierda Unida pedía en mil euros ha subido sólo un 6% hasta los 624€, y el gobierno, el mismo que se ocupa de no abolir la deuda externa y que vende armas a países como Marrucecos que usan contra el pueblo saharaui, nos da regalitos de mierda mientras la situación empeora día tras día. ¿Qué debemos hacer? ¿Apretarnos el cinturón hasta que pare la recesión económica? ¡No me jodas! Mientras despiden a un montón de trabajadores los bancos ganas miles de millones y las empresas siguen con sus ganancias, producen menos petróleo para que los jeques y los cerdos petroleros tejanos no tengan que vender parte de su rancho... ¿Acaso hace falta que la madera mate a un estudiante español como en Grecia? ¿No tenemos ya suficientes razones? Aqui lo dejo para la reflexión, epseremos que la gala inocente o los conscursos por África no nos tomen mucho tiempo, igual no nos queda para la Revolución.

¡Salud!

El Trío del Mal tras el Holocausto #3

El Trío del Mal tras el Holocausto #3

Tras un tiempo de reflexiones morales y furiosos debates internos que me han impedido disponer de tiempo para continuar la historia, aquí muestro la ansiada tercera entrega a mi club de lectores.

Capítulo 3

El sol brilla con fuerza. ‘¿Qué es esta sensación que tanto me desagrada y tan familiar me resulta?’ se pregunta Txus. Una sensación interesante, algo que le hace recordar. Abre los ojos y los cierra ante el agresivo manto de luz que le abrasa las retinas. Se recuesta, baja la cabeza e intenta diferenciar formas y figuras entre la sombra de su cuerpo. El aire huele extraño, intensamente extraño, y la sensación extraña y familiar se acentúa por momentos. Se levanta. Da unos pasos y mira alrededor. Lo único que se ve son ondulaciones infatigables en el horizonte. Al suelo, arena endurecida por la tierra, y una llanura que se extiende hasta esas lejanas ondulaciones. Arriba el cielo, y sobre él, un gran sol que lo tiñe todo de luz. El olor intenso del aire, un olor a tierra intenso y ahogante, se ve un segundo interrumpido por otro más familiar, el del sudor que gotea a borbotones del cuerpo de Txus. Ahora lo entiende, la extraña sensación que sentía no era nada más que calor, pero le sorprende. Le sorprende que vea esa sensación tan lejana, como algo de una vida anterior que ahora retoma. Camina un poco más, se detiene. La ropa que lleva, una camiseta blanca de tirantes, unas bermudas verde claro y unas sandalias, no le suenan de nada. A decir verdad, nada le suena, ni siquiera él mismo. Entonces empieza a atar cabos. Pensando y pensando empieza a recordar sensaciones extrañas, extraoridnarias, como de otra vida, y de repente la iluminación: recuerda cuando estaban en la entrada de un hotel. Hacía frío, y estaba riendo. Estaba con sus amigos, entonces la pena le invade. Sabe por qué estaba con ellos. Luego recuerda el LSD que tomaron, y vuelve esa memoria amorfa que le dice cosas en otro idioma.
-Hemos tomado LSD. ¿Dónde estoy? ¿los demás?
A medida que se iba dando cuenta de dónde estaba, la preocupación aumentaba, así como su paso. Al alcanzar la cima de un monticulo pudo divisar una mancha a lo lejos, entre la planura del desierto. Corrió hacia ella, pero sólo los primeros tres minutos, ya que el sol no permitía mucho más. Al acercarse divisó una columna de humo negro, y bajo ella, un avión militar en llamas. Hay huellas humanas alrededor. ‘¿Serán mías?’ pensó Txus. Merodeó alrededor en círculos cada vez más grandes hasta que encontró algi que interrumpía la eterna planicie. Era un cobertizo chabolesco pero algo grande, pero lo más intrigante era que de ahí salían voces. Se apresuró a entrar mientras se percataba de que entendía lo que decían. Una tela tapaba la entrada. Asomó la cabeza y no vio a otros sino a Don y Samanta, que charlaban sentados en unos roídos sillones como cualquier día. Samanta tenía unas largas melenas hasta algo más que la media espalda, y Don lucía una frondosa barba que contrastaba con su cabeza rapada. Se les pusieron los ojos como platos al ver a Txus.
-¿Se puede? –Dijo Txus ironizando la excitación del momento.
-¡Me cagüen la hostia si es Txus!
-¿Ueee? ¡Joder qué potra chaval pero,  si ya estábamos preocupados!
-Yo también me alegro de veros –contestó Txus.
Tras los abrazos y comentarios del momento, se sentaron en esos escuetos asientos y le contaron al desenterado de Txus la situación.
-Había un avión en llamas ahí al lado, ¿sabéis algo de eso?
-Sí. Dime, ¿te acuerdas del día ese que tomamos LSD antes de irnos de viaje?
-Sí, lo recordé hace poco, cuando me desperté ahí en el puto desierto.
-¿Cuánto tiempo crees que ha pasado?
-¿Mucho?
-Echa.
-Hombre, para haber acabado en este desierto...
Don acercó un reloj digital que llevaba y se lo mostró. Bajo la hora (las 13:26 para los curiosos), se veía la fecha, que marcaba 2 - 5 – 09.
-Anda mira, hoy es el día de Madrid –bromeó Txus. No sabía por qué, pero aún sabiendo la de tiempk que había pasado, estaba en un etsado que podía comprenderlo fácilmente si exclamaciones y fijarse en aspectos menos trascendentales. Aún así continuó- ¿Todo este tiempo ha pasado? ¡Pero si son...!
-Unos cinco meses de viaje –sentenció Samanta riendo.
-Y... ¿y dónde estamos? –preguntó txus observando la sonrisa que pusieron cuando formuló dicha pregunta.
-No te lo vas a creer.
-Hombre, teniendo en cuenta que ya es bastante difícil creerse que haya estado cinco meses de psicodelia pura, así que desembucha.
-Mira esto –dijo sacando un mapa en letras extrañas-. Es un mapa que encontramos aquí. ¿Sabes dónde estamos?
-¡¿¡¿Pakistán?!?!
-¡Pakistán primico!
-Pero... que no puede ser, cómo hemos llegado aquí?
-Seguramente en ese avión en llamas que está ahí uera –dijo Don.
-Y vete a saber tú dónde hemos estado antes –añadió Samanta.
-¿No será casualidad lo de ese mapa y estamos en Almería? –objetó Txus.
-También hemos encontrado otros papeles en árabe y un pasaporte que pone pakistán, mira –respondió Don mostrándoselo.
Txus se quedó pensando, su mente superproductiva no podía asimilar eso.
-Buah que movida –dijo.
Estuviaron ahí charlando y pensando en quñe harían ahora. A la hora Don dijo:
-Oye, igual son paranoias mías pero a mí me huele a porro aquí, y ninguno de nosotros tiene.
-¿Tú también lo hueles? ¡pensé que eran cosas mías! –dijo Txus.
-Yo... tengo mocos –añadió Samanta.
-Igual hay por aquí quién sabe. Que Pakistán pdroducía mucho y muy buen hachís –dijo Txus.
Empezaron a buscar y Don encontró algo que se salía de lo común en aquél suelo de tablas. Y era una puerta en el suelo atrancada con un cerrojo. Como no podían romperlo acabaron rompiendo la puerta, no sin esfuerzo, pues era de tablas toscas. Cuando lo consiguieron, bajaron unas escaleras de mader, y lo que ahí vieron fue aún más impresionante que todo lo anterior. Había en un habitáculo de unos treinta metros cuadrados ladrillos y ladrillos apilados hasta una altura de dos metros que ocupaban toda la estancia. Estos ladrillos depsedían un fuerte olor bastante peculiar, y al tocarlos cedían a la presión de los dedos.
-¿Es lo que yo pienso que es? –preguntó Don.
-Tío, esto no se puede creer. ¡Aquí debe de haber toneladas de hachís pakistaní!
La siguiente escena es la de nuestros amigos fumando hachís en pipa con un pelotazo de la virgen.
-Tío, ¡que vida más rara tenemos! Nos quedamos solos en el planeta, nos damos un viaje de la hostia colocados con una droga potentísima y aparecemos en el puto Pakistán fumando hachís de un covertizo de narcotraficantes –divagaba Txus mientras flotaba en el estupendo mrao de aquel hachís pakistaní que de la pureza se deshacía al mínimo roce.
-Yo ya no me puedo creer nada –añadió Don.
-¡Hostia! ¿Y si pakistán no estuviera asolado por ese extraño holocausto y aquí vivieran unos putos narcos? Igual estamos exponiéndonos a que nos maten o vete tú a saber –alertó Samanta.
-Coño es verdad... –pensó Txus.
-No tío, porque estamso en un puto desierto y esta es una mierda de txabola, no va a vivir nadie aquí –dijo Don.
-No, porque mira la de hash que hay tío, por aquí vendrá alguien de un momento a otro –rebatió Txus.
-¿Qué dices tío? Esto está deshabitado, y esta carga no se repartirá hasta dentro de un tiempo, no sé, sería mucha coincidencia que llegaran justo un día que estamos aquí fumando –insistió Don.
-Bah tíos no os ralléis y fúmale que yo ya le he dao –interrumpió Txus.
-Buah pasa –dijo Samanta sonriendo.
-¿De qué estábamos hablando Samanta? –preguntó Don.
-Eh... no sé tío, creo que de Steve Urkle. Mira fúmale que este es doblecero.
Las siguientes horas pasaron plácidas en la humilde txabola donde fumaban esea partida de alijo. Charlaron de su situación y lo que iban a hacer, de lo que se acordaban de todo este tiempo de viaje por las brillantes lagunas de la psiocdelia, en un estado de confusión pero sin quitar ese ya tan arraigado desenfado y dejar vivir de nuestros personajes, que hacía que todo les diera un poco más igual.
-La luz... la luz...
-Que vida más rara tenemos. Nos quedamos solos en el planeta, nos damos un viaje de la hostia colocados con una droga potentísima y aparecemos en el puto Pakistán fumando hachís de un covertizo de narcotraficantes.
-La luz es... azul. La luz...
-Tú... ¿no sientes algo que... dios, recuerdo esta sensación.
-La luz.... –Repetía una y otra vez Don, mirando el cielo azul con la mirada perdida en lo profundo de sus pensamientos, y de repente una sensación invadió su cuerpo. Una vieja a miga que volvía.
Un flashback de el efecto del lsd tan potente provocado por el consumo de cannabis hizo que Don, Txus y samanta volvieran a ese profundo estado de psicodelia pura que los desinhibe por completo de la realidad.

Los pájaros voletean y pían exaltados por la viveza de un nuevo día. El sol mañanero empieza a iluminar la ciudad. Sus calles, sus edificios, sus árboles y pastos, sus coches apilonados bajo una capa de polvo, y daba sensación de viveza al nuevo día. Un zorro corretea excitado en busca de diversión, y los tres duermen plácidamente sobra o debajo del banco, apilados desordenadamente. Un pajarillo se posa sobre el bonito edificio rojo de tres plantas que hay frente a nuestros amigos. Luego le siguen los demás, y empiezan a piar divertidamente. El ruido de los pajaros hace que Txus entreabra los ojos, se despierta y empieza a sentir sensaciones nuevas, o ya olvidadas. Al tiempo se percata de que ha vuelto a recobrar la conciencia de ese estado de inmersión alucinógena. Y averigua que está en un sitio totalemte distinto, como al anterior vez. Y otra vez siente esa sorpresa y ese desconcierto de cuando despertó en los cálidos desiertos de Pakistán.
Los demás se despertaron al poco tiempo, aunque Samanta no estuvo social, ni habló ni se movió durante unas horas, tras las que empezó a percatarse de su nueva experiencia.
-¿Dónde estamos? –preguntó Txus a las horas de haberse recuperado dele stado, mientras paseaban por las calles vacías al igual que en Gijón.
-No sé... pero no lo entiendo tío, esto está siendo demasiado. Nos están sucediendo cosas que jamás nadie podría creer, dignas de historia para un morao dijo Samanta consternado.
-Ya bueno, pero tú piensa esto, ¿qué le vamsoa  ahcer? No podemso evitarlo, el curso del mundo y nuestras optativas en él se han esfumado. Ahora nosotros pasamos de controlarlo a ser súbditos de él –respondió Txus.
-Ya pero... no sé, es muy exraño. ¿Cómo hemos llegado aquí, cómoe s que seguimos juntos si no recordamos nada en mucho tiempo? Esque hemos pasado a ser esclavos de una droga.
-Bueno... eso tiene que ser un flashback. Igual al fumar tanto se agravó y nos volvió el efecto. Y como el éste dura tanto, sería un flashback de mucho tiempo.
-Pues espero no tener más. Por cierto Don ¿qué día es? Míralo en el reloj tuyo.
-No tiene pilas.
-Uu que intriga –bromeó Txus.
Las horas transcurrieron plácidas, aburridas, como en un lago al que vas con la decisión de admirar la preciosa fauna y en el que no aparece ni un fétido pajarucho simplón. Las preocupaciones ahora eran las de supervivencia. Deberían procurarse un buen lugar donde pasar la noche a salvo del frío nocturno y las posibles alimañas que pudieran atacarles. Pero lo más importante a la par que preocupante era que no habían comido ni bebido nada en no sabían cuánto tiempo, y sus cuerpor se erguían flacuhcos y huesudos, con heridas y cicatrices de vete tú a saber.
-Tío necesitamos algo de comer. No sé cuánto tiempo ha pasado, pero tenemos quee ncntrar algún alimento que no se haya podrido, algo de reserva en los supermercados.
-Sí, no nos queda otra.
De entre calle y calle, usmeando como perros abandonados, llegaron nuestros amigos a una calle principal, con coches apilados en las calles y la carretera rodeada de hierbajos y basura.
-¡Mira! –exclamó Samanta- Aquí tiene que haber un buen supermercado o algo.
Al rato de transitar por esa calle, a la altura de la mitad, vieron un cartel que les dejó atónitos.
-Oh dios mío –dijo Txus- Ese cartel dice que esto es Mokba, ¿sabéis que es eso no?
-Moscú -sentenció Samanta.
Siguieron conversando acerca del nuevo descubrimiento, charlando, discutiendo, echando juramentos  riendo luego cuando un ruido del extraño ambiente se distinguió entre los demás, y para cuando quiesieron darse cuenta ese estruendo se había velto ruidosísimo, y con la misma rapidez se fue.
-¡Joder! ¿qué coño ha sido eso? –exclamó Don.
-¿Eso era una... una...? no puede ser –dijo Txus.
-¡Tío! Acaba de pasar una moto por nuestras narices! –dijo Samanta.
-Buah que no puede ser.
-¡Tenemos que hacer algo! ¿no?
-Sí, corramos hacia allá, a ver si lo vemos –propuso Txus.
Los tres corrieron en dirección hacia donde se escapó la moto cuando el estruendo volvió a oírse. De repente, una yamaha nuevecita derrapó y dio la vuelta para frenar en seco justo delante de nuestros amigos. Éstos, atónitos y asustados, guardaron silencio el tiempo suficiente para que el motorista se quitara el casco. Bajo él, apareció un tío de unos 18 con pinta de chino.
-¡¿¡¿Samanta?!?! ¿Eres tú o me lo estoy imaginando?
-¿Lee? ¿eres Lee?¡Jooder chaval que no puede ser!
Los gritos de incredulidad y sorpresa rompían con el susurro de la constante y plena soledad que se respiraba en las calles vacías.

Jaimaican Roots

Jaimaican Roots

 

 

 

 

 

 

 

¡Salud y buenos humos!

System of a Down

Artículo nº 50

¿Qué pasa si juntas un puñao de armenios de Los Angeles con buenas dotes músicales y conciencia política? Que tienes probabilidades de que te salga este genial grupo de un Nu Metal bastante peculiar a la par que cañero y divertido. Se notan sus ascendencias en esos ritmos de oriente que, mezclados con esas guitarras distorsionadas a más no poder, y esa genial voz que lo mismo de canta una balada que grindcore, hacen al grupo merecedor de la fama que hoy en día tienen.

Este grupo lo formaron unos armenios (y un libanés de ascendencia armenia) que se conocieron cuando eran estudiantes en Los Ángeles, y al poco alcanzaron ya la fama.

Sus letras están cargadas de denuncia social, contra temas como el maltrato infanti8l, la pornografía machista, las diferencias sociales, la guerra, etc... siempre con una genial fusión de distintos elementos que van desde el metal más extremo hasta toques de folk, hard rock, rock psicodélico, etc...

Ala, sin más que contar me despido, y a mi cuantioso club de fans decirle que pronto volveremos con las historias del Trío del Mal tras el Holocausto.

¡Salud!

La Inmigración

La Inmigración

La inmigración es el traslado de personas de una zona a otra, siendo inmigración interior si es dentro de un estado o inmigración exterior si se da de un país a otro. Es un fenómeno social que se ha dado en la humanidad desde sus principios, al que debemos nuestra historia (véase en el caso de la Península Ibérica la llegada primero de los primeros pobladores desde África, de los colonizadores fenicios, griegos, cartagineses y romanos en la Edad Clásica, de los visigodos en la Edad Media, de los musulmanes poco después, etc...) y así con cada uno de los países y territorios poblados de nuestro planeta.

     Este fenómeno se dio y se da principalmente por la búsqueda de una tierra donde vivir mejor o con intereses de añadir los nuevos territorios a tus dominios. Me remitiré en este artículo al primer caso, tan en boca de todos hoy en día. Y no es para menos, ya que diariamente millares e incluso millones de personas se trasladan de una zona a otra, por ejemplo, los refugiados congoleños que huyen de sus hogares por inseguridad ante la eterna batalla entre un gobierno y una milicia corruptas; los mexicanos, cubanos, costarricenses, salvadoreños, dominicanos, etc... que llegan a Estados Unidos y que ya representan un alto porcentaje de la población estadounidense (43 millones) o, más cerca, los millares de africanos (tanto magrebíes como subsaharianos) que llegan de la peor forma a Europa; por citar algunos casos.

  

Esto ha producido, como siempre, una repulsa de un sector de la población que se ve de una u otra manera amenzado por este fenómeno social. Los problemas en los que se apoyan son los siguientes:

·        La llegada de inmigrantes sobrecarga la seguridad social y los servicios públicos bajando el nivel de vida del país.

·        Traen inseguridad al país con delitos y zonas de vida precaria donde abundan las drogas.

·        Traen unos modos de vida que no entran en nuestra cultura y/o sociedad.

  

Por otra parte, hay gente que defiende la llegada de inmigrantes con los siguientes argumentos:

·        La llegada de nuevas familias que suelen tener más hijos que las de aquí aumenta la natalidad del país y rejuvenece la sociedad.

·        Al ser en general mano de obra barata ocupan los cargos que los nativos no quieren ocupar, ya sea por su cualidad o por el bajo sueldo que remuneran.

 

    Analizando todo este embrollo, que tantos tienen en la cabeza, al principio llegué a la vaga conclusión a la que veo que muchos también llegaron que es del No rechazo a estas personas extranjeras, que nos inclulcan en la sociedad y, cada vez más, en casa, como es mi caso. Pero no veía solución al problema, por lo que quedé como al margen, sin cartas para el juego.

    Otras personas, ya sea por desconocimiento o por egoísmo (que puede manifestarse en diferentes formas como nacionalismo, capitalismo, pasotismo...) y defendiendo sobre todo los dos primeros puntos en contra, siendo el tercero ya de un sector aún más conservador, dicen que hay que frenar las regulaciones masivas, expulsar a las personas ilegales y poner fronteras de algún u otro modo para evitar que lleguen a nuestro país, ideas que, no viene mal decirlo, han producido un resurgir de los partidos tardofranquistas últimamente como Democracia Nacional, Frente Nacional, Alianza Nacional, España 2000, etc... Aunque sin irse a estos partidos, el propio Partido popular defiende estas posturas, sino tan radicales, sí muy parecidas.

    Un argumento muy usado por los grupos en general fascistas y que fraguó en Inglaterra en los años ochenta sobre todo en la juventud y parte del movimiento skinhead en concreto, fue el de que los inmigrantes vienen aquí, montan sus negocios, y quitan el puesto a nativos por cobrar un sueldo más bajo, por lo que el odio hacia este sector de la población aumentó.

 

    Pues bien, reflexionando más a fondo sobre el tema y viendo todos los factores, he llegado a la siguiente conclusión:

 

    La inmigración es un fenómeno social que en nuestra sociedad su pone un incremento de la población, con factores buenos como el rejuvenecimiento de ésta, y malos como la sobrecarga de los servicios sociales y la preferencia hacia ellos de los contratistas al ser mano de obra barata. Esto a supuesto tanto regularizaciones masivas para solventar el grueso número de personas ‘’ilegales’’ en el país , como repatriaciones a África a lugares donde muchos nunca habían estado, quedando desterrados.

    Hasta aquí es más o menos conocido por la mayoría, pero ¿qué pasa al otro lado del estrecho? ¿por qué viene tanta gente a nuestro país? Está claro que porque en el suyo viven mal, esto es, hay una enorme tasa de desempleo, el poco que hay es precario, sin sindicatos ni siquiera una democracia transparente, no hay servicios públicos, no hay educación, la mayoría de la población, que vive del campo, ve condicionada su vida al clima, hay terribles epidemias que no se, hay, claramente, mucha hambruna, guerras que llegan hasta genocidios como el de Ruanda, una gran opresión religiosa (sobretodo para la mujer), etc... pero la consecuente y obligatoria cuestión que muy pocos se preguntan (ya sea por ignorancia o por egoísmo, como ya dije antes), es la de ¿POR QUÉ VIVE TAN MAL ESTA GENTE QUE DEJA SU PAÍS POR VENIR A OTRO, de forma tan desesperada que arriesgan sus vidas para llegar aquí? ¿Es que nadie se pregunta alguna vez por qué demonios viven tan mal? Es totalmente indignante e inhumano que hayamos aceptado la pobreza del tercer mundo hasta tal punto de admitirla como algo malo que no podemos evitar, como una mancha en la pared de tu habitación que no puedes quitar y has de vivir con ella, que se nos presenta en forma de anuncios de caridad heredera del cristianismo (anuncios de ONGs), noticias de hombres, mujeres y niños que llegan, vivos o muertos, a nuestras costas en una mierda de barca, y en alguna conversación que pronto evitamos no nos vaya a dar muchos quebraderos de cabeza.

    Debería darnos vergüenza permitir este crimen a la humanidad y ser tan egoístas de olvidar hasta nuestra historia y saber que les cerramos las puertas a quienes en su día nos ayudaron (véase el caso de Argentina en el franquismo, sobre todo en la posguerra).

Pues bien, yo sí me lo he preguntado, y sé de mucha gente que también, y la respuesta es mucho más sencilla de lo que creemos o queremos creer. Vayamos por partes:

  

La inmigración de nuestros días comenzó básicamente a partir de los años sesenta, cuando  Europa se sobrepuso del atizo de las dos Estúpidas Guerras Mundiales, con la ayuda de unas democracias liberales (refiriéndome a occidente, ya que Europa del Este estaba en un régimen socialsita), que mediante el auge de la socialdemocracia encontraron la forma de calmar las luchas obreras que tan decisivas fueron décadas antes, y todavía lo seguirían siendo en algunos casos (movimiento estudiantil de mayo del sesenta y nueve, huelgas mineras de Inglaterra en los ochenta en tiempos de la conservadora Margaret Tatcher...), la cual estaba en mejorar el nivel de vida de los trabajadores de estos países, desarrollando los sindicatos, dando una jornada laboral y un sueldo dignos, algo que hoy en día sigue perfilándose, pero en rasgos generales, esta ayuda a la clase trabajadora, supuso la búsqueda por otras vías del almacenamiento de riqueza de la clase burguesa, y estas vías eran nada más y nada menos que llevar los medios de producción terciarios (fábricas, minería, etc...) a los países donde la situación de la clase trabajadora seguía siendo precaria, para poder seguir explotando a los trabajadores por un saldo mínimo que produzca ganancias a la burguesía. Otra vía que está relacionada y tiene los mismos intereses, fue la de convertir en occidente una sociedad antiguamente dividida en trabajadores explotados en una clase media predominante con sus derechos, servicios sanitarios, educación y subsidio que participe en el rol de beneficiar a la burguesía mediante el consumo, y por esto, a partir de los sesenta la sociedad empezó a ser consumista, y los meidos de comunicación bombardearon hasta el día de hoy con publicidad por todos lados, para que compremos lo que otros producen, a un percio mucho más alto que el sueldo que les pagan a sus productores, tal y como era antes en nuestro país pero ahora en otro.

    Esto es, nada más y nada menos que una exitosa estrategia que la burguesía tuvo como solución a un ambiente de revolución que pudo haber cambiado el mundo. Y una de sus consecuencias es la inmigración:

 

    Es en otros países donde se produce hoy en día, con las situaciones que antes menté.  

    Esto es el tercer mundo. Aquí es donde viven como vivían nuestros antepasados no tan lejanos, al no ser que quien lea esto sea hijo de familia burguesa. Y justo estos que viven así de mal, al borde de la muerte, sin exagerar lo más mínimo, mira tú qué casualidad que son los que no se pueden quejar, porque no tienen ni sindicatos ni democracia (aunque aparentemente sí).

    Y nosotros, quienes disfrutamos de un buen nivel de vida, sí que podemos quejarnos. Despiden a mil trabajadores y llegamos a un acuerdo. En África el único acuerdo al que llegan es una patada en el culo. Esto es muy importante entenderlo, es una estrategia que está hoy en día más que vigente y por la que se rige la economía y la sociedad.

    Pues bien, los habitantes del tercer mundo ven que en este rol quedan perjudicados y que hay otros países en los que pueden vivir mejor, así que deciden dejar todo lo que conocen para aventurarse, con gran riesgo muchas veces, a ir a un país del que desconocen todo. A partir de aquí, podemos explicar por qué suceden las consecuencias que esto acarrea.

  

    Muchas personas se ven obligadas a recurrir a las mafias para buscar una vida mejor, las cuales los colocan tanto en la delincuencia como en la prostitución. Lo cual hace que no parezca tan extraño que una persona venga a este país a robar sin interesarle el perjudicar a otras personas, ¿acaso no hacemos lo propio con ellos, acaso no es el individualismo un boomerang que al lanzarlo nos vuelve a golpear?. No estoy defendiendo ni mucho menos la delincuencia ni la prostitución, las condeno firmemente así como a las mafias, pero es para que se vea cuál es la causa de la delincuencia.

Si vamos al problema que tantos fascistas se plantean sin darle más vueltas; la burguesía (mayormente empresarios de constructoras, recolección de hortalizas, fábricas, etc...) contratan a los inmigrantes que llegan a nuestro país y les dan una condición de trabajo denigrante sacando tajada de su desgracia, sin que se puedan quejar a nadie al no tener papeles, o incluso teniéndolos, su situación no mejora mucho en general. Y esto conlleva los demás problemas como los de los guetos de la droga en los extrarradios de las ciudades.

 

    Por lo tanto, se deduce fácilmente que los culpables de estos problemas no son los inmigrantes, ellos son las víctimas que peor parte se llevan, sino que LA CULPA ES DE LA CLASE BURGUESA QUE LES EXPLOTA TRASLADANDO LAS FÁBRICAS A ESOS PAÍSES DONDE LA MANO DE OBRA ES MÁS BARATA.

    Podríamos conluir entonces que la inmigración ilegal de personas es algo así como la mierda que nos salpica de la gran cagada que están haciendo en el tercer mundo. Puede sonar austero, pero es la pura realidad.

    Ahora bien, una vez entendido qué es la inmigración, a qué se debe y quiénes son los culpables de ello, la siguiente cuestión que me viene a la cabeza es ¿podemos hacer algo para cambiar esto? Y si es así ¿qué podemos hacer para cambiar esto?

 

    Antes de esto quiero puntualizar un dato muy importente, y es que los que dominan las democracias liberales, los países más ricos, no quieren que los países pobres se desarrollen, más que nada porque si mejoran su nivel de vida pedirán mejor situación de vida y los sueldos subirán, dándose un comerico justo del que no se pueden beneficiar más que otros, uno de los institnos tan arraigados en mucha gente. Y de esto se ocupan tanto los partidos conservadores como los socialdemócratas (los dos típicos de todas las democracias liberales), ya que entonces perderían el apoyo de la burguesía, lo cual no les beneficia ni mucho menos, ya que es quien domina la economía y puede condicionar el poder de un partido u otro. Prueba de que se ocupan de que los pobres sigan siendo pobres, y si pueden más pues más, son las dos industrias más potentes a nivel mundial, la armamentística y la farmacéutica.

    Los países ricos les venden armas a los pobres para que luchen entre ellos (entre gobiernos o entre gobierno y guerrilla), lo que provoca los antes mentados desplazamientos de refugiados.

    La comercialización con la enfermedad y la muerte que hacen las empresas farmacéuticas vendiendo sus medicinas a un precio que la población empobrecida no puede asumir, son causa de las epidemias que los sumen en la pobreza.

    Así como otras muchas medidas como la financiación de movimientos antidemocráticos cuando en un país tercermunditsa o en vías de desarrollo triunfan las fuerzas de izquierda (véase el caso de Bolivia en tiempos del ché, Chile, Guatemala, Nicaragua, etc... todos financiados por Estados Unidos). LOS PAÍSES RICOS QUIEREN SER MÁS RICOS Y QUIEREN QUE LOS POBRES SEAN MÁS POBRES. Y toda esta pantomima de caridad y organizaciones para el ‘’desarrollo’’ como I+D (Investigación más Desarrollo), la Alianza de Civilizaciones de Zapatero (recordemos que vende armas a Marruecos que luego éstos usan contra el pueblo saharaui), la Fundación Leticia Ortiz, etc... no son sino proyectos superficiales que ayudan a unos pocos pero no solucionan el problema; para entenderlo mejor, es ir y sacarse la foto con el negrito huesudo al que le das el biberón... qué monada.

 

A lo que iba, la solución a este problema sí que existe, y es bastante sencilla:

 

    Primero hay que ser consciente de todo lo leído hasta ahora. Después basta con exigir al gobierno que en vez de poner fronteras para que no vengan, BUSQUE LA MANERA DE QUE NO TENGAN QUE VENIR. Pero repito que para esto hay que haber entendido lo anterior, porque entonces llegarás a la conclusión de que por mucho que le pidas eso al gobierno no lo va a cumplir, como mucho nos deleitará con gilipolleces como las antes citadas (I+D, fundaciones, alianzas, etc...), pero no solucionará el problema. Porque la verdadera solución está en mejorar el nivel de vida de los países tercermundistas y en vías de desarrollo, luchar por un comercio justo y acabar con esta explotación de unos hombres sobre otros, acabar con la clase dominante que sangra a los productores y hacer este mundo más justo.

    Así no sólo se solucionará el problema de la inmigración, sino que se solucionará el hambre, y con ello las guerras, y el fundamentalismo religioso, preocupación relaitva al tercer punto (el de no adaptación a nuestra cultura y/o sociedad), y que es causa también de la precaria vida que les proporcionan los países ricos, la explotación de la mujer, las mafias, las epidemias (hay enfermedades que se pueden curar y no se curan), entre muchos otros problemas.

    Claro, todo esto queda rebatido con Todo es muy bonito pero no podemos cambiar el mundo. Pero venciendo esta mentalidad cada vez seremos más los objetores de conciencia, y si en las democracias desarrolladas como las nuestras nos revelamos contra este bipartidismo que participa en el rol de la globalización, la cosa cambiará de manos. Así que en vez de redimirte a tu vida y pasar de la política, o participar en la globalización votando a los que lo controlan, yo animo a todo el que lea esto a que busque algo mejor, a que no sea un cómplice y haga algo. No es gran cosa, puede ser votar a las izquierdas, ser sindicalista, escribir en un blog o simplemente debatir con otras personas. Yo no hago gran cosa por cambiarlo (en el futuro, cuando sea independiente, espero y quiero hacer más) pero simplemente el ser objetor de conciencia ya es algo, así que cuando acabes de leer esto reflexiona, y cuando se te planteen estos problemas en la vida, sabrás como actuar.

Ahí está la lucha.

 

¡Salud!

 

Declaración Universal de los Derechos Humanos:

-Artículo 2

·        Punto segundo: Además, no se hará distinción alguna fundada en al cindición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si sie trata de un país independiente, como de un terrirorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

 

-Articulo 13:

·        Punto primero: Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el terrirorio de un Estado.

·        Punto segundo: Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

 

Ninguna persona es ilegal.

Nativa o extrangera la misma clase obrera.